Tal como lo había adelantado en el alegato de apertura, la Fiscalía reiteró el pedido de la máxima pena por los delitos que se le imputan. La querellante Estela Esnaola pidió 7 años por el caso particular que representa. Hoy será el turno del otro querellante y por último la defensa. Rivas tendrá la última palabra.
El fiscal Lisandro Beherán tuvo el trabajo más complicado de todos los acusadores. Reenumeró una a una todas las pruebas que fueron presentadas a lo largo de las 14 audiencias para cada uno de los casos que se le acusa a Rivas. Fueron dos horas de un relato que para cualquier persona ajena al mundo judicial puede llegar a ser agobiante.
Beherán estuvo abocado a la enumeración de la prueba y cada uno de los hechos que se le endilgan a Rivas, mientras que la fiscal Martina Cedrés –que tuvo a su cargo toda la etapa investigativa – se dedicó a la capacidad de culpabilidad, al pedido de pena de 25 años por la totalidad de las víctimas, y pronunció el requerimiento de prisión domiciliaria.
Sobre este último requerimiento, y atento a la pena solicitada, Cedrés expuso que Rivas ya puso en peligro el proceso y que demostró una actitud de entorpecimiento que valió el pedido de prisión preventiva durante el juicio por tratar de intimidar a un testigo. Pero además se mencionó sobre la probabilidad que existe – en el caso que sea condenado – que se fugue antes de la ejecución de la pena. Se recordó que tiene los medios económicos para hacerlo y la posibilidad cercana de traspasar la frontera.
La querellante Estela Esnaola, que representa a una de las supuestas doce víctimas que fueron a juicio, ratificó lo que había declarado a la prensa antes de ingresar al Tribunal el primer día de juicio. Pidió 7 años de prisión efectiva y se adhirió a lo expuesto por el Fiscal Beherán en su alocución.
Estos dos alegatos llevaron toda la mañana y por ello, para que no fuera más ardua la jornada judicial, los tres jueces decidieron dejar para hoy los dos alegatos de clausura que restan. En primer lugar lo hará el otro querellante, Alfredo Vitale, que es muy posible que ratifique el pedido de pena de 7 años y 6 meses de cárcel que adelantó a los medios en la mañana del 1 de abril. Luego le tocará a Raúl Jurado, que tratará de poner en crisis cada uno de los argumentos expuestos por los acusadores y seguramente –tal como lo ha hecho hasta el momento – calificará de “circo mediático” a todo el proceso que se realizó contra su cliente.
Después de ello tendrá su espacio Gustavo Rivas, que tal como lo hizo en la apertura del juicio, tendrá sus últimas palabras para defenderse de las acusaciones que pesan en su contra. Habrá que esperar dos semanas, hasta el 22 de mayo, para conocer cuál será la decisión de los tres jueces sobre el futuro de Rivas en el Juzgado de Gualeguaychú. Fuente: El Dia