a son cuatro las generaciones de apicultores en la familia Prunier y quince los años que llevan trabajando en Villa Paranacito, provincia de Entre Ríos. Pero la vocación y la vasta experiencia no fueron suficientes para paliar los embates de la pandemia.
“Es un trabajo de diez años recuperar 800 colmenas”, dice frustrado Gastón Prunier, cuarta generación de productores. Diez años sin sequías, inundaciones o cualquier otro evento extraordinario es lo que se necesitará para recuperar las colmenas que perdieron, el 80% de las que poseían. Si bien ya estaban listas y tenían entre dos y tres cajones de miel cada una, el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio impidió que pudieran ingresar a las islas a controlarlas. Las abejas murieron.
Gabriel García, el intendente de Villa Paranacito (mapa), impidió la entrada a las islas a todo aquel que no fuera de la zona. A pesar de que Walter, padre de Gastón, tiene una casa allí y ambos consiguieron los permisos de circulación nacionales, no pudieron regresar. Algunos vecinos lo lograron cruzando por el río con embarcaciones propias, pero son pocos los casos. Aunque las actividades agrícolas y ganaderas están exceptuadas en el DNU desde el primer día, las actividades de apicultura quedaron en un segundo plano de importancia.
La familia Prunier no solo produce miel, también cuentan con cámaras de cría y producen abejas reina. Realizan anualmente las curas de las colmenas, teniendo en cuenta las curvas de floración.
Cuando es tiempo de cosecha, se realiza un análisis de Varroa y se deben hacer las curaciones según los porcentajes de infestación. Si la Varroasis no se trata, termina por matar a toda la colmena. Es lo que les sucedió. “El intendente de Villa Paranacito no dejó pasar a hacer el tratamiento”, afirma Gastón.
Decisión caprichosa o efectos colaterales del accionar preventivo, lo cierto es que los productores apícolas de la zona se suman a la lista de pequeños productores afectados por los cachetazos de Covid-19. Si toda mejora, Walter Prunier podría volver a ver sus 800 colmenas de nuevo funcionando a pleno cuando cumpla 70 años. Fuente: Bichos de Campo.