Por el Dr. Maximiliano VINACUR
Nuestro país parece esa plataforma giratoria que da vueltas siempre sobre lo mismo, sin vislumbrar un destino claro, pero con proyecciones ideológicas muy peligrosas.
Sino como se entiende que el pueblo vote a sus propios ladrones, se olvide la historia y parezca condenado sistemáticamente a repetirla, somos una catástrofe de la mala política donde se entremezclan dos cuestiones: por un lado somos un país altamente ansioso, queremos resultados inmediatos, que se vean enseguida porque sino comenzamos a frustrarnos, actuando como un niño caprichoso a hacer berrinches y a gritar – no soportamos proyectar a largo plazo -; y por el otro una masa ideologizada e indulgente con un pensamiento político que así se presente un “Mandril” de presidente, votará el simio.
El problema Argentino es que con el regreso del populismo cuenta con un relato que apela a la emociones y nubla la percepción de los hechos, y éstos desnudan la verdad, la que no se puede investigar de cualquier manera, pero lo que pretenden es que no se la investigue de ninguna manera. Esa verdad puede ayudarnos a contestar por qué existe tanta indigencia, tanta pobreza, por qué no se avanzó en la imprescindible reestructuración del estado y por qué se “esfumaron” los dineros públicos pagando obras insólitas y otras que siguen sin hacerse.
Los mensajes presidenciales han actuado como el buque Carpathia para los náufragos del Titanic socorriendo con sus frases la esperanza ciudadana del plan de vacunación que resulta una falacia en base a números falsos. Mentiras enormes que paradójicamente son recibidas con gran beneplácito por parte de seguidores ávidos de buenas noticias, sin tener en cuenta la debacle que vendrá, entre recesión, desempleo e inflación por no haber actuado con responsabilidad.
Que nos pasó? El virus tardó casi 4 meses en hacer estragos en nuestro país, nos encerraron antes, no hicieron testeos masivos, no compraron vacunas, se priorizaron ellos vacunándose a escondidas, no prepararon el sistema de salud, nos fundieron, pero la culpa es nuestra porque somos indisciplinados!
Que balance? Entre los 11 países con más contagiados, los primeros 15 en muertos, más de 3.000.000 de contagios, entre los primeros 4 en tasa de contagios diarios, entre los peores en testeos por millón de habitantes, el 2º más afectado de Sudamérica, pero la culpa es de los médicos que exhaustos se relajaron!
Los ciudadanos podemos entender y tolerar de todo pero no que se nos tome por tontos e ignorantes. En la agenda lo prioritario es la impunidad, proceso dirigido por la viuda de Kirchner, sino cual es la necesidad de encarar una “reforma” judicial en plena pandemia, a esta gente las instituciones no le importan, no son otra cosa que herramientas que usa a su antojo el que gana las elecciones.
En cualquier país serio si el procurador general miente (Zannini se vacunó como personal de salud), renuncia o lo echan, en Argentina dirige a los abogados del estado como si nada hubiera pasado, la Doctora no usa barbijo y a doña Rosa la sigue la policía en la plaza sino lo hace!
Nos quieren hacer creer que las causas judiciales son todas operaciones del lawfare, una especie de fantasía es que hay una conspiración internacional que vincula a jueces, empresarios mediáticos de Argentina y del exterior que trabajan contra las fuerzas progresistas, como el Kirchnerismo. Esta mentira del lawfare está destinada a hacernos creer por ejemplo: que Milagro Amalia Ángela Sala era una líder social revolucionaria cuando era una ladrona de cuarta, como demostró la justicia en varias decisiones, al igual que Amado Rubén Boudou, un verdadero chanta, al que inexplicablemente una de las universidades más prestigiosas del mundo, como la de Buenos Aires permite que dicte cursos!
Atribuirle a esta gente la condición de presos políticos, es una afrenta infame a quienes en la historia del siglo veinte padecieron las cárceles de las dictaduras de turno.
“Preso político”, debería ser un concepto sagrado, que alude a mártires que en las condiciones más difíciles defendieron la causa de la libertad, como Nelson Mandela. Es irritante que deliberadamente se confunda desde las más altas esferas del poder el preso común dándole el falso mote de político.
“Repite una mentira con suficiente frecuencia y se convierte en verdad”, es una ley de propaganda con frecuencia atribuida al nazi Joseph Goebbels. Entre los psicólogos, esto se conoce como el efecto de la “ilusión de verdad”, esto es lo grave, ya se nos quiere hacer creer que la mentira y la verdad es lo mismo.
Ni siquiera sabemos adónde vamos, volvimos a lo mismo, destinar subsidios para mantener artificialmente las tarifas, la canasta alimentaria por las nubes, los combustibles sin freno, donde están los que decían: ¿Paren los aumentos, la patria está en peligro?
Estamos hartos de la improvisación, se cierra y se abre, el caos, la ausencia de planificación, en Venezuela se decía acá no va a pasar y pasó!, muchos de los que festejaban el triunfo del comandante Chávez hace más de 20 años, hoy junto a sus hijos comen de la basura y solo tienen las ridículas gotitas “Carvativir” para el Covid- 19 que anunció el lunático Maduro como logro científico, en un país donde no hay ni papel higiénico.-
Al igual que la revolución cubana que arrasó esa paradisíaca isla y ensangrentó con aventuras guerrilleras disparatadas en América Latina, África y otros continentes derivando pronto en una dictadura unipersonal corrupta, asesina y estéril.-
La gran expectativa que oportunamente generó el extinto Fidel Castro la degeneró en la creación de movimientos guerrilleros dictatoriales y retardatarios. La guerrilla inspirada en Cuba produjo destrozo, atraso y dictaduras.
Los hermanos Castro que la condujeron pueden ostentar las chapas de tiranos seniles y obviamente multimillonarios.
Y las proyecciones ideológicas de nuestra dirigencia, sigue con el cuento de volver a un paraíso perdido, el relato construye un enemigo: “Poderes concentrados, ricos, oligarquía”, para cargar a ellos las penurias del presente, ofreciendo el pasado mítico sin males al que nos ofrece volver.
Digo, el ultra K Brancatelli porque al costosísimo Sanatorio de la Trinidad en Palermo y no al hospital Público de la Matanza? O se es nacional y popular para la tribuna nomás?
Si se sigue infantilizando a la sociedad, enseñándole a depender de los políticos de turno, de su aparente bondad, sin un verdadero programa social, sin apostar al progreso del país, “SIN TRABAJAR”, vamos directos a la ciénaga del populismo. Aún estamos a tiempo….!!!