Un trágico suceso conmocionó a los vecinos del Barrio Pancho Ramírez este sábado 22 de noviembre por la tarde. Un joven de 30 años, oriundo de San Salvador, falleció por circunstancias que aún son objeto de una investigación judicial.
El incidente se inició en calle Teniente Gutiérrez, a la altura catastral del 1200, cuando personal del Comando de la Jefatura Departamental fue comisionado al lugar. Ocupantes de una finca, que realizaban preparativos para un cumpleaños, se sorprendieron por el ingreso repentino al patio de un hombre que se hallaba en un estado de gran exaltación tras haber llegado corriendo.
Intervención policial y traslado
Al arribo del móvil policial, los funcionarios, en presencia de las ocupantes de la vivienda, intentaron calmar al joven. De inmediato se solicitó el servicio de ambulancia. Ante el estado de descompensación y la necesidad de resguardar la integridad de todas las personas presentes, los uniformados procedieron a reducir al joven hasta la llegada del personal médico.
En custodia, el hombre (de apellido Moyano) fue trasladado de urgencia al nosocomio local. No obstante, por circunstancias que se investigan, el joven ingresó al hospital ya sin vida.
Investigación en curso
En el lugar del hecho se hizo presente el Médico de Policía y el Fiscal en Turno, dando inicio a una causa judicial para establecer la causa exacta de la muerte.
Las primeras averiguaciones sugieren que el joven, de 30 años, habría ingerido sustancias que alteraron su organismo, lo que lo llevó a escapar corriendo de la finca donde reside con sus padres.
Como parte de la investigación, la Policía extrajo tramos fílmicos del procedimiento y efectuó entrevistas a vecinos, quienes validaron el accionar y el trabajo empleado por los funcionarios policiales.
El cuerpo del occiso fue derivado a la Morgue Judicial de Concordia para la realización de la autopsia correspondiente, cuyos resultados serán determinantes para clarificar las causales de la muerte.
Finalmente, la Jefatura Departamental informó que los funcionarios policiales intervinientes recibieron contención profesional a través del gabinete psicológico de la Policía de Entre Ríos, y continúan cumpliendo sus funciones.




