La industria exportadora fue la más beneficiada pasando de 300.000 tn a más de 500.000 tn. Del otro lado, se encuentra el eslabón productivo que tuvo un año a pérdida. Además, el análisis sobre lo que se viene en 2019
A días de comenzar el 2019, el balance de la cadena de ganados y carnes resulta obligatorio. Algunos datos son alentadores como el aumento de la exportación, el crecimiento de la faena y el sostenimiento del consumo local.
Sin embargo, hay resultados negativos en lo que se refiere a la mayor faena de hembras y la pérdida en los feedlot. Federico Santangelo, consultor ganadero de Agroideas, habló con Infobae y expresó: “El 2018 ha sido un año dispar para la cadena de la carne vacuna, a algunos les ha ido bien, y a otros no tanto”, y detalló: “Le fue muy bien a la industria exportadora, es el sector más beneficiado y está demostrado con los volúmenes exportados, pasaron de 300.000 tn a más de 500.000 tn, y a la industria consumidora también le ha ido bien porque incrementaron los volúmenes de faena”.
Como contrapartida, resaltó que “para el sector de la producción ha sido un año muy difícil, al feedlotero y al criador le fue mal, la devaluación les pegó de lleno con los costos de los alimentos”.
En resumen, el consultor advirtió: “Hoy, el sector de ganados y carnes está
más pendiente de lo que pasa en la macroeconomía y en la economía del país que lo que ocurre en el ámbito intrasectorial”.
Mayor exportación
En su análisis, Daniel Urcía, vicepresidente de la Federación de Industrias
Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA), resaltó: “La faena creció durante todo el año, la exportación terminará generando ingresos por casi USD 2.000 millones, actividad que se potencia porque prácticamente no tiene importaciones y por ende debe ser doblemente valorada, su composición es mayoritariamente con destino a China producto de la alta faena de vacas”, y consideró que la apertura de Japón para animales
producidos e industrializados en la Patagonia y la comunicación de la apertura real del mercado estadounidense fueron novedades relevantes.
En lo que respecta al consumo, Urcía destacó que se mantuvo constante y a
precios accesibles para los consumidores argentinos. El precio de la carne al
público continua por detrás de la inflación
Para tomar dimensión de lo que dejó el 2018 en la ganadería, el referente de
la industria frigorífica explicó que el año estuvo marcado por dos situaciones externas que tuvieron impactos productivos. Por un lado, durante el primer trimestre la sequía afectó a gran parte del país y eso motivó que se anticipara la salida de hacienda y se ajustaran los rodeos a la capacidad de carga de los campos. Esta situación alentó la faena de vacas con destino a China y motorizó a que su precio de revaluara, constituyéndose en la categoría que más se revaluó en el año.
Por otro lado, resaltó que muchos productores decidieron no retener terneras para futuras madres y por ende su destino principal fue el mercado local. “Al momento de ser comercializadas como invernada fueran inferiores a los de los terneros machos y a un precio inferior de invernada que los machos y eso fue consecuencia de que la hembra para llegar al peso mínimo de faena generalmente produce mayor cantidad de grasa y lo que implica pérdidas de rendimiento a la faena y para el carnicero en el mostrador”, enfatizó.
Feedlot a pérdida
En sintonía, la situación para el sector de engorde a corral fue negativa. Al
respecto, Infobae consultó a Juan Carlos Eiras, presidente de la Cámara
Argentina del Feedlot (CAF): “La realidad productiva fue la peor de los últimos años”, y argumentó: “Tuvimos un primer trimestre con una seca histórica, lo cual generó engordes anticipados, pérdida de cosecha de maíz para silo y para grano, y luego hubo un exceso de precipitación con lo cual también hubo un problema de barro”.
El año comenzó complicado climáticamente, y sumado a ello, a partir de abril, según Eiras, la mega devaluación hizo que los insumos de alimentación tuvieran un incremento del 100%. “Se nos cambió la ecuación a partir de abril de una forma contundente”, aseguró.
En síntesis, para Eiras, el balance del año es de pérdida, y explicó que “la devaluación siempre le pega al sector de los feedloteros porque damos de comer dólares todos los días a través de los granos, con lo cual el descalce sucede siempre”.
Financiamiento y precios
A la situación de sequía inicial más la devaluación, se le sumó las altas tasas de interés que vinieron a condicionar la actividad ganadera. “Por las altas tasas de interés es imposible tomar deuda y por eso el ganadero recurre a la venta de hacienda para financiarse, resultando que la vaca es la que mejor precio le reditúa. La hembra siguió siendo en el segundo semestre el sostén financiero del ganadero y del nivel de faena para abastecer el mercado interno y la exportación”, describió el vicepresidente de FIFRA.
En cuanto a la faena de novillos, subrayó que estuvo levemente por encima de los valores de 2017 y se registró un incremento en los valores en pie que hace suponer que puede haber un pequeño aumento para 2019 pero sin que
signifiquen porcentajes relevantes.
Las señales de precios no son lo suficientemente alentadoras. Al respecto,
apuntó: “El precio internacional de cortes premium sigue deprimido -la tonelada Hilton apenas supera los USD 10.000-, y en cuanto al mercado doméstico el poder adquisitivo es el termómetro y se muestra remiso a aceptar incremento de precios”.
Con la mirada en el 2019
Con miras al próximo año, el referente de la industria frigorífica, detalló algunas cuestiones pendientes que tiene el sector: “El Remito Electrónico de Carnes continúa desvelando a los operadores y será motivo ineludible de análisis en la reunión de la Mesa de Ganados y Carnes con el presidente Mauricio Macri en el mes de enero”.
Además, señaló que: “A los problemas técnicos -sistemas- y operativos -emisión-, se le suma la presión fiscal y la búsqueda por parte de los comerciantes de encuadres tributarios que no los agobie”. En este sentido, Urcía anheló: “Ojalá que logremos avanzar en la resolución de muchos de los temas en el primer trimestre antes que la campaña política nos ocupe”.
Por su parte, Eiras analizó: “Pensamos que el crecimiento del mercado externo, vía el novillo, es una herramienta que nos va ayudar. Al analizar el crecimiento de la exportación del 2018, el 70% se justifica en la vaca que es una pieza de descarte, no un animal de producción; mientras que el novillo aumentó entre 7% y 8% en la participación de la exportación, por lo tanto, hay mucho camino por recorrer en ese sentido”.
En tanto, Santangelo reflexionó: “Estamos esperando un incremento, van tres años donde el precio de la hacienda no sube firme y bien, siempre los precios de la hacienda van a escalones”. De lo contrario, sino viene una recomposición de precios tanto del gordo para el consumo como del ternero será un año complicado para la producción.
En este sentido, aseguró: “Si no hay esta suba de precios en la primera parte del año, vamos a entrar en un proceso de liquidación de vientres, porque ante el aumento de costos, el productor tiene que manotear lo que sea, y eso, son hembras”.