INCENDIO DEL COLECTIVO: “En menos de cinco minutos, el micro se prendió fuego totalmente y fue un milagro que hayan salido todos”, dijo un pasajero

Julio Cesar Mereles, deportista, jugador de Handball en el Centro de Educación Física N° 4 de Concordia, vivió este viernes uno de los momentos más dramáticos de su vida, cuando el ómnibus de Tata Rápido en el que viajaba se prendió fuego en inmediaciones del Arroyo Urquiza, en la Autovía Artigas.

Mereles, al igual que el resto del pasaje, perdió todo su equipaje. Llevaba cosas de valor, pero no es lo material lo que más le preocupa sino la manera en que sucedieron los hechos, todo lo que vivió en esos interminables minutos en que el micro se convirtió en cenizas.
Seguramente jamás olvidará cuando debió forzar la puerta del colectivo para conseguir abrirla mientras el humo invadía todo y la desesperación de niños y adultos se traducía en gritos y llantos.

Dispuesto a iniciar acciones judiciales, sus cuestionamientos apuntan principalmente a la empresa «San José Tata Rápido», del grupo Flecha Bs, aunque también critica la falta de respuestas de la Policía de Entre Ríos y el sistema de salud.
«Perdió un montón de cosas un montón de gente y la empresa se tiene que hacer cargo y no solamente económicamente por lo que perdió cada uno sino por las cosas que pasaron. Había nenes chiquitos, gente que está mal. No me puedo sacar de la cabeza la cantidad de gente con niños, gente mayor también, desesperada por tratar de salir y no se podía abrir la puerta. Tuve que falsear la puerta, prácticamente romperla, para que abra» cuenta Mereles, apelando a un tono de voz que refleja las fuertes emociones por las que le tocó atravesar.
Una y otra vez repite una frase que parece resumir la pesadilla: «Fue una locura».

«Perdí todo»

«Se empezó a sentir olor a quemado y se empezó a prender fuego el micro, en la parte trasera, en el costado izquierdo. Por ende, la gente que iba abajo lo sufrió mucho más. Yo perdí todo, todo lo que llevaba en mi bolso lo perdí todo: ropa del club, zapatillas, relojes, bastante dinero, anteojos, la computadora, un montón de cosas, y a mucha gente le pasó lo mismo por el desastre que era el colectivo en el que viajábamos, de la empresa San José Rápido Tata», precisó.

«Sinceramente fue una locura. Había mucha gente con chiquitos, bebés. Se empezó a prender fuego el micro. En menos de cinco minutos, el micro se prendió fuego totalmente y fue un milagro que hayan salido todos, con la locura de la gente por tratar de salir por las únicas dos puertas (la de los pasajeros y la de los choferes). El micro tampoco tenía los martillos necesarios para romper los vidrios, aunque si los rompíamos el fuego se iba a propagar más rápido aún. Había un solo matafuego y por lo tanto no alcanzó para apagar las llamas».
«No se trata de culpar a los dos choferes que estaban ahí, porque no tienen absolutamente nada que ver, pero sí la gente de la empresa que se encarga de largar esos colectivos en ese estado a las rutas. Los choferes estaban muy mal, shockeados, tratando de solucionar el tema. La gente de Rápido Tata que trabaja en Concepción vino a la ruta para intentar darnos una solución».

Ni policías ni ambulancias

«No estuvo la policía presente. Tampoco hubo ambulancias. Hubo un chico que se fracturó el brazo. Yo lo estuve curando, le practiqué primeros auxilios, le pasé alcohol, le limpié las heridas» siguió contando Mereles. «Fue horrible todo lo que pasó» reiteró.

«Los choferes no pudieron hacer nada porque no había nada. Estábamos en el medio de la nada. Los bomberos no se acercaron nunca para ver si estábamos bien. Solamente los choferes y otros choferes que iban parando por el embotellamiento que se armó. Por ejemplo, pararon de la empresa Jovi Bus, que nos atendieron, vinieron a preguntarnos si estábamos bien, acercaron un par de botellas de agua».
«Una señora con su marido, que tienen campo en esa zona, también ayudaron. Les pedí bidones de agua y nos acercaron también gasas, alcohol».
«La policía no estaba, nunca fue. Nunca llegó una ambulancia. Los bomberos se encargaron de apagar el incendio y no se acercó nadie a hablar con nosotros, en ningún momento. Solo se acercaron los de Jovi Bus y los choferes de la empresa que nos trasladaba», remarcó.

Acciones legales

«Vamos a tratar de llegar a fondo en todo esto. Fue una locura. Estoy arreglando todo con el abogado porque lo más lógico que puedo hacer es iniciar acciones contra la empresa porque es la única solución que puedo llegar a encontrar».
«Lo que más bronca me da es la policía que no estuvo y la ambulancia que tampoco estuvo. A los choferes no les echo la culpa» reiteró.
«Perdió un montón de cosas un montón de gente y la empresa se tiene que hacer cargo y no solamente económicamente por lo que perdió cada uno sino por las cosas que pasaron. Había nenes chiquitos, gente que está mal. No me puedo sacar de la cabeza la cantidad de gente con niños, gente mayor también, desesperada por tratar de salir y no se podía abrir la puerta. Tuve que falsear la puerta, prácticamente romperla para que abra» recordó, emocionado, según publicó El Entre Ríos.