Ocurrió pasada la medianoche, cuando Carlos Ariel Romero (58) quien vivía solo en una precaria vivienda de madera de la calle Idelfonso Cuadrado al fondo de Villa Adela, se levantó de su cama al sentir olor a quemado.
Apenas levantado, ya vio grandes llamaradas que consumieron su vivienda en pocos minutos.
Dos dotaciones de bomberos acudieron al lugar y pese a que ya nada pudieron hacer por la vivienda de Romero, impidieron que las llamas alcanzaran las viviendas vecinas.
Intervino también con carácter preventivo la Comisaría Policial de Villa Adela.