Sucedió en calle 68, intersección con calle 23, en barrio Carretera La Cruz, Concordia. Entre las 17 y 18 de este jueves, quienes ingresaron a robar tuvieron tiempo de hacer un agujero, entrar, elegir cosas para llevarse y huir.
Santiago Presas, propietario de la casa, contó a El Entre Ríos: “Ayer entre las cinco y las seis de la tarde rompieron una pared de mi casa y entraron a robar. No pudieron romper la puerta para salir más cómodos porque si no, no quedaba nada” y agregó: “Se llevaron la garrafa, una motoguadaña, y una guitarra eléctrica”.
Además, aseguró: “Esto pasa en cada cuadra, todos los días en la carretera. A nadie le importa nada y yo ya no hago la denuncia porque esto pasa todos los días y todas las noches. Voy a irme del barrio porque en vez de comprarme un revólver vine y cuando las cosas se pusieron feas, hice un merendero, planté árboles, hice una página, saqué fotos, todo porque no puedo vivir en un lugar y no hacerme cargo de nada, de no intentar cambiar eso” e indicó: “Yo estaba trabajando, levantando la cabeza, y así te bajan de un hondazo”.
Sobre los robos en su casa, Presas dijo: “Acá, así como saqueo total, van robando tres veces, otras tantas se llevaron o rompieron cosas menos importantes y dos o tres no pudieron entrar pero rompieron la puerta. Todas las semanas se va alguien sin nada, expulsado del barrio, familias enteras”; contó también que “la gente se acostumbró a no hacer denuncia porque la policía no viene o no existe” y reiteró sus deseos de abandonar el barrio: “Mi casa ahora está en venta”.
“El barrio antes era tranquilo, hasta que empezó a meterse el narcotráfico. Las drogas y la prostitución adolescente son el escenario más triste con el que hay que convivir, porque ese caldo donde nadie puede vivir, ni progresar, es una fábrica de niñas listas para la prostitución. La miseria, el hambre, la violencia no construyen nada, pero acá son institucionales, provocadas, automatizadas”, concluyó.