En horas de la mañana de este viernes, en la Sala de Sesiones ‘Lorenzo Malgarín’ del Concejo Deliberante de Villa del Rosario, se llevó a cabo una conferencia de prensa de la que participaron autoridades municipales, encabezadas por la intendente Vanina Perini, como así también referentes de otras entidades tales como la FeCiER (Federación del Citrus de Entre Ríos), el SeNaSa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria), el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), la Asociación de Citricultores de Villa del Rosario, entre otras.
El tema fue la preocupación ante el avance en los últimos tiempos del HLB (Huanglongbing), pero hubo otra cuestión que no pasó desapercibida, y que involucra a dos autoridades, ni más ni menos que el presidente y vice de la FeCiER, Ariel Panozzo Galmarello y Dante Grigolatto respectivamente, quienes están transitando un tenso momento en la institución, lo que provocó la decisión de este último, de dar un ‘paso al costado’ y no seguir en la mencionada Federación.
Grigolatto comentó que “lamentablemente llegamos a esto luego de muchísimos años de trabajar por la citricultura. Siempre se hicieron bien las cosas, pero por cierto en los últimos tiempos no estábamos concordando mucho con algunas decisiones tomadas por el presidente de la institución”.
“Allá por los años 2012 y 2013, la citricultura entrerriana, principalmente la de nuestra región, acordó comenzar a trabajar en la modalidad de viveros bajo cubierta para prevenir el avance de la enfermedad”, recalcó el productor. A su vez, dijo que “oportunamente viajamos a diferentes partes del mundo y vimos los daños que hizo el HLB a la producción. Nosotros estábamos a tiempo, porque todavía no teníamos casos positivos, y la idea era prepararse para afrontar lo que estamos viviendo en estos momentos”.
Luego, Grigolatto referenció que “hace unos tres ó cuatro años, le sacamos un poquito ‘el pie’ de encima a los controles del SeNaSa, como así también a los políticos. Yo siempre insistí con que debíamos seguir capacitando a los productores para que elaboren sus viveros bajo cubierta y, al llegar la enfermedad, estar preparados”.
“La Federación está compuesta por varias personas y todos tenemos nuestras ideas -continuó el referente citrícola- y en su momento viajamos a Brasil, país en el que entre compueblanos compartieron sus pensamientos para dar lucha a esta enfermedad que había empezado a dañar su citricultura (…) En el sur de ese país están trabajando muy bien, a pesar de convivir con la enfermedad, pero fue así porque se movilizaron inmediatamente”.
En otro tramo, y al referirse a ‘lo correcto’ que se debe hacer, explicó que “se debe trabajar con viveros bajo cubierta, plantas sanas y, en caso de aparecer una planta enferma, erradicarla de forma inmediata y plantar otro ejemplar sano (…) Lamentablemente, acá se siguen haciendo mal las cosas, y allí está mi enojo con otros dirigentes de la FeCiER. Hace mucho tiempo que dejamos de hablar del HLB, y de decir ‘muchachos, esto nos tocará a todos’. Sacamos el ‘pie del acelerador’, pero la misma siguió trabajando”.
‘Mea culpa’
Grigolatto manifestó que “se sigue trayendo frutas desde otros lugares, pero debemos hacer un ‘mea culpa’, porque no es solamente responsabilidad de la FeCiER que esto suceda, sino que también es de todos los productores”.
“En su momento Roberto Schunk, quien fue un excelente ministro (de la Producción del Gobierno de Entre Ríos), nos ayudó mucho y pudimos conseguir dinero para construir viveros bajo cubierta”, añadió el productor. Asimismo, expresó que “parte de ese dinero se perdió, porque los viveros no se construyeron a raíz que la gente no creía que existiese la enfermedad, y que esto iba a pasar tal como sucedió con otras cosas que pasaron”.
Luego señaló que “lamento mucho por aquellos productores que hicieron las cosas bien e invirtieron en viveros bajo cubierta, así como también cuidan sus quintas y, lamentablemente, sufrirán las consecuencias por culpa de quienes hicieron las cosas mal”.
Decisión indeclinable
Grigolatto indicó que “lo siento mucho porque a esto lo hago por convicción y porque me gusta, pero mi decisión es indeclinable (…) Cuando uno no está cómodo en un lugar, debe dar un paso al costado, pero de todos modos seguiré trabajando en la Asociación de Citricultores de Chajarí, tal como siempre lo hice, pero hoy no estoy de acuerdo con las decisiones que se toman y la forma en la que se encaró todo lo relacionado al HLB”.
“Hay una ley referida a la enfermedad, y que, aprobada en el año 2013, para proveer de fondos para la lucha contra el HLB, pero Entre Ríos no recibió ni un peso”, acotó. Al mismo tiempo, puntualizó que “los tucumanos en cambio, debido a sus gestiones y al acompañamiento de sus dirigentes políticos, no permiten que ingresen frutas desde otros lugares sin el debido proceso. En vez de quejarnos de ellos, deberíamos aprender cómo cuidar nuestra citricultura”.
“Hay culpas compartidas, tal como ocurre cuando traemos plantas o frutas desde otros lados sin ningún control. Somos conscientes que, de esa manera, podamos estar transportando la enfermedad hasta nuestra zona”, dijo finalmente. Fuente: Chajarí al Día.