Un nuevo decreto gubernamental amenaza la autonomía del INTA, alertan desde la institución. En La Hora del 6, el director regional por Entre Ríos, explicó que «la medida pone en jaque la investigación, los servicios de extensión y la capacidad de respuesta a las necesidades específicas de los productores entrerrianos».
Un posible decreto gubernamental de Nación encendió las alarmas en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), con advertencias de que podría despojar a la institución de su autonomía, impactar negativamente en las economías regionales y poner en riesgo servicios de investigación y extensión vitales para el sector agropecuario.
Jorge Gvozdenovich, director regional del INTA Entre Ríos, ha sido una de las voces principales en alertar sobre las implicaciones de esta medida. Según Gvozdenovich, el decreto busca modificar la estructura del INTA, reduciendo drásticamente la representación del sector privado y académico en su Consejo Nacional y otorgando una mayoría absoluta al gobierno.
«Este decreto despojaría al INTA de su gobernanza, autonomía y poder de decisión con respecto a las prioridades de investigación», sentenció Gvozdenovich en La Hora del 6 por Canal 6 ERTV, explicando que actualmente estas decisiones son tomadas por consejos regionales y nacionales que incluyen a representantes tanto del sector público como privado.
Una de las principales preocupaciones es el posible impacto en las economías regionales. Gvozdenovich enfatizó que este cambio podría llevar a que las problemáticas agrícolas específicas de Entre Ríos pierdan relevancia si no se alinean con la visión del gobierno nacional.
Amenaza a la investigación y extensión, pilares del desarrollo agrícola
El director del INTA Entre Ríos advirtió que la medida podría poner en peligro proyectos de investigación a largo plazo y, lo que es aún más crítico, eliminar los servicios de extensión del INTA. Estos servicios son fundamentales para la difusión del conocimiento y la provisión de soluciones inmediatas a los productores, especialmente en una provincia con una fuerte matriz agropecuaria como Entre Ríos.
Gvozdenovich citó ejemplos concretos de la trascendental contribución del INTA:
El desarrollo de soluciones para la degradación del suelo y técnicas de sistematización en Paraná.
Investigaciones en el cultivo de arroz con beneficios a nivel global.
Avances en el manejo del ganado y la conservación de cítricos.
La rápida respuesta y soluciones durante la plaga de la «chicharrita» del maíz.
La asistencia crucial a los productores durante la sequía, que afectó gravemente a los cultivos de avena y la ganadería.
Desmitificando acusaciones y resaltando el valor del INTA
Frente a posibles argumentos gubernamentales sobre gasto excesivo, dotación de personal o corrupción, Gvozdenovich fue enfático en la refutación. «Por cada peso invertido, el INTA devuelve 11 pesos al sector productivo», afirmó, destacando la eficiencia económica de la institución. Además, subrayó que el INTA mantiene una fuerza laboral estable, contratada principalmente a través de concursos públicos, y sin antecedentes de corrupción.
Para Gvozdenovich, la postura del gobierno parece derivar de una «falta de comprensión» sobre las operaciones y el valor incalculable que el INTA aporta al desarrollo agropecuario del país.