Destacaron que este es «un fallo histórico» aunque «falta mucho por hacer». En El Ventilador se manifestó que «no debemos estar unos de un lado y otros del otro; todos debemos defender la vida».
El Superior Tribunal de Justicia falló a favor de los ambientalistas respecto a la fumigación en inmediaciones de escuelas rurales. En un extenso fallo resolvió confirmar la sentencia de la Cámara Segunda de Paraná por lo que quedó prohibido todo tipo de fumigación aérea y terrestre en inmediaciones de las instituciones.
Ambientalistas han asegurado que se trata de un fallo histórico a favor de la causa ambiental y la defensa de la vida.
De esta manera, el amparo ambiental firmado por el Foro Ecologista de Paraná y Agmer fue ratificado en sus partes fundamentales por el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos.
La Justicia confirmó las distancias de protección de 1000 metros terrestres y 3000 metros en fumigaciones aéreas para cada escuela rural entrerriana así como la obligatoriedad del Ejecutivo Provincial de implantar en el plazo de 2 años una cortina vegetal de 150 metros alrededor.
Entre los fundamentos dictados por el Tribunal que respaldan esta decisión, los ambientalistas destacaron que «la imposición de límites o restricciones en aras a la protección de la salud, no impide el ejercicio de la actividad agropecuaria si se tiene en cuenta que el productor puede hacer uso de los medios mecánicos tradicionales, sin agroquímicos, en el reducido espacio que, en definitiva, establece como zona absolutamente restringida el fallo recurrido, sin que por ello se trunquen sus legítimas expectativas a obtener un beneficio económico por tal actividad».
«Primero hablemos de la vida, y luego hablemos de los rindes»
Aldana Sassia, abogada del Foro Ecologista, entendió que esta sentencia «está para ser cumplida. No está firme porque queda la instancia de la apelación ante la Corte Suprema de Justicia y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que es una instancia a la que las organizaciones de derechos ambientales que instamos a esta acción, pensamos llegar».
«Un productor de hace sesenta o setenta años no realizaba el modelo actual de producción, porque este modelo de producción agro- industrial tiene 30 años. También es necesario decir que seguramente se sabe producir de otro modo, porque hace sesenta o setenta años se producía de otro modo y no se necesitaba del paquete tecnológico o de los insumos y de venenos que se usan hoy. El productor tiene otras posibilidades, incluso de preservarse él como ser humano y cuidar su salud», destacó la especialista.
Asimismo destacó el caso del productor de San Benito, «Arizza, que perdió seis producciones de cerdos y cuatro producciones avícolas, por la fumigación de un campo lindante. Nadie salió a preguntarse qué va a hacer este pobre productor que nunca pudo subsistir, nunca pudo llevar adelante otra producción por tener al lado un productor fumigador. Primero hablemos de la vida, y luego hablemos de los rindes» .
«Nuestro país tiene una matriz productiva única, y es el modelo agroexportador. No hay incentivo a otro tipo de industria y no hay pensado otro método de subsistencia a nivel nacional, entonces ¿por qué va a apelar este fallo? Estamos viendo como viable y como política económica única el ingreso que nos dan las commodities de soja. Hoy el 80 % de nuestro territorio está sembrado con soja. Si hablamos de los ingresos por exportaciones y de las retenciones a la soja y todo lo que queda en rindes económicos, primero va primar el rinde económico para el presupuesto del país«, aseveró.
En tanto, aseveró que en el fallo «se exhorta al Estado a realizar los estudios epidemiológicos para conocer el estado de salud de la población estudiantil de estas 1023 escuelas. Lo que dice es que si el Estado tiene otra posibilidad, que demuestre que se puede seguir con este modelo y con estos venenos, sin causarle perjuicio a la población escolar».
«Nosotros somos los consumidores finales de esta cadena. Encontraron glifosato en agua de lluvia, lo encontraron en barro profundo del río Paraná, en la comida de perros, en nuestros alimentos, en todos lados. Este fallo es una bisagra, porque como política de Estado marca una misión y los jueces les dicen al Estado, que tiene que hacer algo porque esto es incontrolable y tiene que proteger a la población, basado en el principio precautorio, porque ni siquiera se basa en los 2500 estudios que acompañamos publicados en revistas internacionales. Además, tenemos la confirmación del falle de California que manda a indemnizar por sumas millonarias a Monsanto porque, a través de su etiquetamiento del producto, no evidenció que era un potencial cancerígeno y un jardinero se enfermó de linfoma de Hodgkin. La Corte de California saca esa información de los Monsanto Papers, desclasifica la información que había en los mails de Monsanto y ahí logran evidenciar que la empresa y la EPA, escribían que no podían lanzar el estudio porque `la evidencia es tal` que no sabían cómo manejarla. Eso vino de la propia empresa«.
«Si nosotros pensamos en cuando éramos chicos ¿quién tenía un amiguito con un linfoma o con cáncer o leucemia? No existía. Hoy los niveles superan a cualquier estándar mundial. Decimos que esto se tiene que registrar, porque no es lo mismo salir a modificar la matriz productiva de una provincia con números establecidos«, consideró la abogada del Foro Ecologista agregando que «de acuerdo a los datos de la Organización Panamericana de la Salud largó hace unos meses que mueren 660 personas por día y 25 personas por hora, como consecuencia de la aplicación de agrotóxicos. No hay en la provincia, estadísticas. La alarma viene de los pueblos fumigados, de la propia realidad».
Mencionó que en la provincia «hay casos de sirenismo. Tenemos acceso a profesionales comprometidos que nos hacen llegar la información de malformaciones congénitas. Hay datos en la India, después de grandes contaminaciones o estallidos y acá tenemos casos que son cómo rutina. Los niños sirena son chicos que nacen sin la separación de sus piernas y con cola de pescado. Esa información no llega a los medios de comunicación porque son gente que viene del interior y no tiene acceso y además porque son empleados de productores, teniendo miedo de perder su trabajo«.
«Hay más que evidencias que hacer prácticas agroecológicas se puede y sin venenos»
Daniela Verzeñassi, arquitecta miembro del Foro Ecologista de Paraná, comenzó aclarando que «el vecino que quedó hoy, así sea en la periferia urbana, está alcanzado por la ley actual que prohíbe fumigaciones aéreas respecto de las plantas urbanas, a 3000 metros».
«Está demostrado que las buenas prácticas agrícolas que existen las derivas primarias, secundaria y terciaria, por lo tanto, por más buena práctica y respeto a las leyes vigentes, no hay forma de que el veneno no llegue».
Además apuntó: «Biológicamente somos todos iguales, si reconocemos a las escuelas, que puede haber un daño, tendría que ser igual para toda la población. Será otro motivo de planteos».
Apuntó que las distancias establecidas, «si bien estamos conformes, sabemos que no alcanza. Se ha encontrado glifosato en la Antártida, por ejemplo».
«Hay muchos ingenieros agrónomos que hoy están haciendo un acompañamiento con otras prácticas. La Renama que es la Red Nacional de Municipios y Comunidades que fomentan la Agroecología tiene hoy en Argentina más de 40 mil hectáreas trabajándose de manera agroecológica. Eduardo Cerdá, quien brindó charlas al respecto en Paraná, trabaja en RENAMA. Él tiene la experiencia de La Aurora que son más de 5 mil hectáreas, en provincia de Buenos Aires, de producción agroecológica y reconocida como uno de los 50 mejores ejemplos, a nivel internacional, por la FAO. Hay más que evidencias que hacer prácticas agroecológicas, produciendo alimentos no commodities agroindustriales, se puede y sin venenos, No es más caro y hasta en algunos casos, da mayor rentabilidad».
La opinión de los panelistas
El conductor del programa, Lalo Foncea, recordó que en un programa anterior, «donde estuvo presente un representante de la Federación Agraria Argentina y Natalia Bazán, mamá de Antonella, la pequeña de Gualeguaychú que luchó contra la leucemia durante casi un año y medio y falleció. Vimos las dos posiciones bien enfrentadas. Fue muy impactante y me quedó grabado que dijo: `no hay nada de malo en esto, incluso lo hago en mi campo, donde habitan mis nietos`».
La periodista Luz Alcain recordó que el Hospital San Roque de Paraná «había avanzado en un trabajo de sistematización de estadísticas de lo que se necesita. Sabemos que es muy poco». «En los años `90 el Estado fue el que impulsó una política económica que tenía que ver con que ingrese Monsanto al campo», resaltó.
La periodista Ana Tepsich consultó respecto del alcance del fallo y resaltó «se está conforme con esta reglamentación, pero por lo que veo tampoco las distancias que se establecieron, no dejan conformes a las organizaciones ambientales»
La periodista Claudia Yauck, opinó que «hay que hacer una distinción entre el productor que es irresponsable en la práctica y el otro que quizás se enmarca en la ley y cumple con todos los requisitos, pero a la vez la provincia cumple con el control de la aplicación. Para mí no son todos los productores son iguales».
El locutor Alejandro Abero, dijo que «creo que es innegable, que nadie puede creer que estemos fumigando las escuelas, no hay una manera lógica en ningún lado. El tema es la plata. Entonces hay que pensar cómo lograr los resortes necesarios como sociedad para protegerse de eso».
El panelista Mariano Kohan, señaló que «sabemos de una larga historia de crímenes ambientales de Monsanto. Hay una campaña muy fuerte en la que se dice que no van a poder producir y hay gente de la zona que realmente vive de su campo. No hablo de los grandes territorios, sino de gente que la pasa muy mal y que quiere saber si realmente hay evidencia de que si se puede producir de otra manera y cuántos años toma esa conversión».