“Fue un ataque netamente a la fe”, afirmó el Padre Pablo Siarra

El padre Pablo Siarra, comentó que “estimamos que el hecho se produjo entre las 2 de la tarde y las 5, porque hasta el mediodía hubo bautismos. En ese momento cuando llegó el Padre Marcelo Krenz  descubrió lo que pasó”. Asimismo, destacó que la Policía está trabajando en la investigación de la profanación al templo de la Parroquia Santa Teresita de San Salvador

También el padre Pablo, que se encuentra al frente de la Parroquia como administrador desde hace dos meses, indicó que el Obispo fue informado de lo sucedido.

“Lo que se encontró en el Templo fue una cámara rota de un canal local que se había colocado por el tema de la pandemia; las luces encendidas que llamó la atención. Y cuando se va a la Capilla de Adoración al Santísimo que es donde está el Sagrario se descubre la puerta abierta, que es muy chica, redonda donde va la hostia para adorar. Empujaron el vidrio y metieron la mano adentro y no podemos precisar si se llevaron algunas formas de Jesús Eucaristia”.

“Lo que si sabemos es que la mitad de la hostia grande estaba tirada en el piso y estaría faltando la mitad, no mucho más que eso”, indicó el padre Pablo en diálogo con LT 15 en la mañana de hoy.

Entiende que “es un ataque netamente a la fe porque robar no robaron nada. Llama la atención y es un hecho triste porque nos tocaron lo más sagrado que tenemos. Por eso está noche vamos a celebrar como comunidad para pedir perdón y reparar este hecho que nos ocurrió.

Nosotros en la parroquia no tenemos cámaras de seguridad, pero la Policía ya se está encargando de eso, agregó el Padre Pablo.

“Llama la atención porque es la primera vez que sucede”, indicó. De ahora en más el templo estará cerrado desde las 12 hasta las 16, aproximadamente, cuando llegue la secretaria. También el sagrario estará cerrado y no habrá adoración al Santísimo hasta que venga el nuevo párroco el 12 de mayo.

Si bien cree que es un ataque a la fe, dijo que se puede pensar en otras cosas como “un culto satánico o simplemente con mala intención por el hecho de hacer daño. Si bien San Salvador es una ciudad chica, el problema de la droga está en la comunidad, y no hay que descartar ninguna opción”.