En las últimas horas se conoció el fallecimiento del Padre Omar Ojeda, que desde hace mucho tiempo como consecuencia de la diabetes había perdido sus dos piernas y se sometía a un tratamiento de diálisis tres veces a la semana por una dolencia renal.
El deceso del Padre Ojeda se produjo hoy jueves 26 de julio a las 9,30 horas. Su velatorio se realizará en la Capilla Nuestra Señora de Guadalupe, Quintana 542, de la ciudad de Concordia.
Allí será concelebrada la misa a las 16,30 y 21 horas.
La misa exequial se realizará mañana viernes 27 de julio, a las 9,30 en el templo Parroquial “Sagrado Corazón de Jesús” de Arroyo Barú, donde a continuación recibirá Cristiana sepultura.
Pese a todos sus padecimientos, el P. Ojeda continuaba colaborando con otros sacerdotes y dejó un mensaje de esperanza en tiempos difíciles.
Hace un tiempo en una entrevista que le realizaron decía que “Con la ayuda de Dios voy luchando no es fácil pero no imposible, la fé me sostiene como cristiano y sacerdote es lo que me da fuerza para seguir, las sillas son mis piernas, dice al comenzar la charla en el domicilio de su hermana donde reside”.
Hasta hace poco colaboraba con otros sacerdotes y agradecía el apoyo y el acompañamiento de siempre del obispo Luis Collazuol quien nunca lo abandonó, “siempre dentro de mis posibilidades y cuando me requieren trato de darle una mano al padre Petelín o a Cachito Belli o a José Zabaleta cuando me necesitan les digo, voy corriendo”, riéndose de sí mismo con humildad.
Qué mejor que este sacerdote testimonio de lucha para dar un consejo en estos días duros y difíciles , lo primero que dice es que “no hay que perder la alegría , es un don que nunca debe perderse , lo mismo que la fe , la fe es la fuerza que nos sostiene, hay que ser fuertes y seguir, si veo a un hermano que pasa a mi lado amputado en silla de ruedas le digo animo no pierdas la fuerza no aflojes , debemos hacer lo posible para fortalecernos espiritualmente y con nuestro testimonio alimentar al espíritu para que se fortalezca , he visto a muchas personas que se quedaron en el camino que se desesperanzaron que quedaron abatidos y cansados sin ganas de vivir , ahí es donde hay que contagiar las ganas de vivir, de confiar en Dios , porque nunca nos abandona , es nuestra guía y esperanza pero debemos tener fé por sobre todas las cosas, de lo contrario nos apagamos y nos marchitamos”.
“En mi situación valoro a mucha gente a los médicos a las enfermeras que todos los días están luchando por los pacientes , cuando entró me identificó con todos los demás , hay que tener una actitud de escucha y a la vez siempre transmitir algo poco o mucho para seguir” .
El padre Omar junto al cura Pedro Verselle fueron los pilares de la comunidad de San Pedro Apóstol del barrio Leoncio de Luque, “tengo el mejor de los recuerdos de mi paso por San Pedro cuando fui párroco, siempre pregunto por el olivito un árbol que planté en patio lo traje de una misión de paz que estuve en Chipre era de Jerusalén y me cuentan que crece , lento pero fuerte y esto es una bendición muy grande para todos que les quiero transmitir”, dijo en esa entrevista.
