Este sábado, pasado el mediodía, falleció el presidente municipal de Gualeguay, Federico Bogdan, de 66 años, tras varios días de internación.
El 10 de octubre confirmó que tenía Covid – 19 y el 16 había sido internado en el hospital San Antonio de su localidad. Habían decidido atenderlo en el nosocomio porque estaba agitado, con tos y fiebre.
El domingo 25, según notificaron desde el hospital, Bogdan, que había sido trasladado al hospital Italiano de Capital Federal, había sufrido una complicación neurológica. Desde allí informaron que su cuadro era de extrema gravedad.
Este viernes, el área de Prensa de Gualeguay había informado que los estudios realizados al presidente municipal confirmaron la severidad del cuadro neurológico y que su estado era reservado.
Bogdan, candidato del radicalismo, llegó a la municipalidad en diciembre del 2015. Fue electo después de vencer a la actual diputada Paola Rubattino por el PJ. En 2019 fue reelecto por una gran diferencia de votos, ganándole esta vez al actual Presidente del CGE Martín Muller.
El mensaje del gobernador:
HASTA SIEMPRE, FEDERICO
El homenaje de Roberto Romani
No lo imaginamos de esta manera, no lo queríamos tan pronto. Pensábamos en tu pueblo que tendríamos tiempo para un encuentro más, para una risa desbordada en el medio de la calle, para un abrazo de crecido afecto con el corazón feliz.
Dios y la vida eligieron esta forma. Los que quedamos a la sombra bienhechora de tu compromiso ciudadano y tu servicio con alegría nos deberemos acostumbrar a tu ausencia y a extrañarte con un pañuelo de gratitud a flor de alma.
Gracias, querido hermano, por haber dedicado esenciales primaveras a las instituciones de Gualeguay.
Gracias, querido Federico, por dedicarnos desde el municipio o desde tu casa, los instantes decisivos de tu existencia.
Ah! Y Gracias también, por haberte aparecido aquella mañana de lluvia en el Congreso de la Nación, y acompañar a este amigo en una jornada plena de emociones y recuerdos del pago.
Rezaré por tu alma buena, llevaré una caricia de río y ternura a tus seres queridos, y después me quedaré en silencio, esperando que tus duendes madrugadores me despierten y me digan que has vuelto en las alas de un pájaro islero a perfumar de luz las plazas de Gualeguay.