Rubén Rodríguez, conocido como “Oso”, tenía 45 años y falleció esta mañana junto con la vicedirectora de la escuela primaria N° 49 “Nicolás Avellaneda”, en Moreno, tras una explosión por una pérdida de gas. El joven portero era hijo de un matrimonio de Federación, Entre Ríos.
El auxiliar docente trabajaba desde hacía 30 años en la escuela, y estaba comprometido con la actividad sindical. Solía viajar a Entre Ríos para vacacionar en la ciudad de sus padres, a la que definía como “su lugar en el mundo”.
“Que Dios te tenga en gloria Rubén Rodriguez, mi más sentido pésame!!! Te conocí y fuiste mi portero. Un gran dolor! Vamos a luchar porque no pase más esto, descansa en paz!”, posteó una ex alumna, Mica Moray, en Facebook. Otras expresiones de dolor y recuerdo del trabajador también pueden verse en las redes, a la vez, en una marcha realizada por docentes, personal no docente y alumnos de distintas escuelas bonaerenses, podían verse carteles con su nombre.
Desde la municipalidad hablan de “tragedia evitable” y ese es el sentimiento que predomina en las calles aledañas a la zona del accidente, en donde los reclamos se sienten con fuerza.
Relato del momento de la explosión
Jesica es madre de tres menores que asisten a la escuela y además parte de la cooperadora que gestiona la escuela. En diálogo con La Nación, contó: “Como todos los días Sandra, la vicedirectora, vino y abrió el lugar con Rubén, que es portero y auxiliar de cocina. Pero explotó todo. Ella salió volando y aterrizó en la casa de un vecino, rompió una reja. Murió a las 8.10 y a las 10 el cuerpo estaba tirado ahí. Un vecino tuvo que sacar una sábana y la taparla porque estaba a la vista de todos, de los chicos que venían para acá”.
Además, agregó que el problema del gas no era ninguna novedad, sino un inconveniente con el que luchan desde hace tiempo: “Tenemos más de ocho expedientes por fuga de gas en la escuela. Se vienen suspendiendo las clases seguido. Acá los chicos desayunan, almuerzan y meriendan, pero se les cortan las jornadas porque no se arregla nada”.
Angustiada por lo ocurrido, habló de injustica y de responsabilidades. “Esto no es un accidente, es un asesinato. Esto se pudo haber evitado. Firmé un montón de actas con reclamos. Es una escuela para 200 y vienen 500 chicos”.