Entidades se reunieron en las últimas horas para avanzar en un reclamo conjunto que elevarán a autoridades provinciales y nacionales. “Hoy, además de producir, tenemos que trabajar para preservarnos entre nosotros”, dijeron.
Los casos de inseguridad rural en zonas productivas de la provincia de Buenos Aires y Santa Fe son cada vez más. A las apariciones de silobolsas rotos en Lobos y Chivilcoy, en los últimos días se sumó el ataque a caballos de exposición en General Villegas y un robo de agroquímicos valuados en US$ 80 mil en San Justo.
Por eso, entidades se reunieron en las últimas horas para avanzar en un reclamo conjunto que elevarán a autoridades provinciales para exigir mayor seguridad para los productores.
La acción se llevó a cabo en Santa Fe, y participaron la Confederación de Sociedades Rurales (Carsfe), las sociedades rurales de San Justo, Crespo, La Criolla y San Cristóbal; además de autoridades de Gendarmería Nacional, jefes de Policía y de la Dirección General de Seguridad Los Pumas, intendentes y presidentes de las comunas de Esther, Colonia Angeloni, San Bernardo, Videla, Nare y Marcelino Escalada.
QUÉ SE DECIDIÓ
La asamblea resolvió crear una red de trabajo que permita facilitar la llegada de información a las fuerzas de seguridad, con un seguimiento de los casos frente al fiscal y recomendaciones para los productores sobre cómo actuar ante estas situaciones. Además, apoyarán a las fuerzas de seguridad locales en gestiones frente al gobierno provincial por necesidades específicas.
“Estas tareas no son responsabilidad de los productores, quienes deben dedicarse a producir, sino del Estado, quien debe garantizar la seguridad”, remarcaron. “Hoy, además de producir, tenemos que trabajar para preservarnos entre nosotros”, agregaron.
Para las entidades rurales, el gobierno provincial debería “organizar sus fuerzas y destinar más recursos a la seguridad rural”. En ese sentido, consideraron que debería actuar junto al Ministerio Publico de la Acusación, que dirige el accionar policial, las tareas de inteligencia y los recursos.
“Es fundamental para la provincia recomponer el tejido social agropecuario y la ruralidad”, remarcaron, y aseguraron que “no es factible producir en el agro sin vivir en el mismo (dueños y/o empleados) y nadie va a vivir en el agro en la medida que exista la posibilidad que pueda ser saqueado, violentado o asesinado”.