Niños de la escuela afectada por las fumigaciones en San José pidieron que paren de fumigar y Laureano no quiere mudarse de su barrio. “No me quiero ir, porque casi desde que nací vivo ahí”, dijo el chico de 11 años. Su desgarrador relato.
La semana pasada se dieron a conocer imágenes y la denuncia de la Directora de la Escuela N° 54 de San José, sobre las consecuencias de las fumigaciones a pocos metros de la institución. Cabe recordar que el viernes, se decidió suspender las clases y cerrar la escuela, debido a las fumigaciones en la zona. Este lunes, la imagen de la escuela cerrada, causaba tristeza a la gente del barrio y a los alumnos.
El fin de semana se conoció a través de Elonce.com, el conmovedor relato de uno de los chicos que concurren a la escuela estatal Nina N° 54 “Carlos Sourigues”, del barrio Perucho Verna. Laureano de 11 años de edad, dio a conocer lo que sucedió durante los minutos previos a la evacuación de la escuela a causa de la fumigación.
En sus palabras, se notaba la tristeza de lo ocurrido con sus compañeros, de la desilusión de no poder salir al recreo porque estaban fumigando y la descompostura que sintió al ser afectado por los químicos de la fumigación.
Desgarrador relato
Pese a su corta edad, este lunes, Laureano se animó a compartir su desgarrador, pero contundente relato, ante la cámara de Elonce TV que viajó hasta San José para dar cuenta de la grave situación que viven los vecinos.
“Tocó la campana para el recreo pero nos tuvimos que quedar adentro de la escuela. Cerraron las puertas y las ventanas y nos quedamos jugando adentro. Cuando terminó el recreo, algunos compañeros empezaron a llorar porque les dolía la panza, la garganta y nos dijeron que estaban fumigando”, recordó Laureano. Esto sucedió minutos antes de que la directora del establecimiento educativo, decidiera evacuar y cerrar la escuela.
Al llegar a su casa, que está a unos 20 metros de la plantación de nueces que es fumigada habitualmente, Laureano comenzó a sentirse descompuesto. “Le dije a mi mamá que me lleve a la Salita (es decir, el centro de salud), y ahí, me pusieron una inyección y una medicina porque me dolía la panza, la garganta, la cabeza y no podía respirar”, contó el niño.
“Casi desde que nací vivo ahí”
“Muchas veces quiero irme a vivir a otro lugar pero es nuestra humilde casa, donde viví siempre. Es mi escuela a la que concurro desde mis 4 años y no sé si yo podré ser feliz en otro lugar”, escribió el niño en el relato que dio a conocer su madre en las redes sociales.
“El médico me dijo que cuando fumigan no puedo salir de mi casa y le dijo a mi mamá, que tiene que llevarme a otro lado, sacarme la ropa y bañarme”, resaltó el chico sobre la situación de vivir muy cerca de la plantación de nueces pecán y agregó que “nos dijo que no se puede vivir ahí. Pero yo no me quiero ir, porque casi desde que nací vivo ahí”, remarcó Laureano.
El jinete luchador
Laureano ya lleva una encarnizada y consciente lucha contra la fumigación en su barrio. Cuentan los vecinos que tiene un caballo y cuando escucha un avión que fumiga en la zona, monta a su compañero y sale a interponerse entre el campo y los fumigadores. “Cuando anda un mosquito, me cruzo adelante porque me da bronca”, dijo a Elonce TV y concluyó su relato con un pedido desde el corazón: “Dejen de fumigar”.
“Tenemos que hacer algo”
Brisa, padece asma y es otra alumna de la Escuela N° 54 de San José. El viernes cuando ocurrió el episodio de fumigación en la plantación cercana al establecimiento educativo, Brisa sufrió las graves consecuencias. Su madre dijo que “todo esto le hace peor y no puede avanzar en su enfermedad. Estoy muy preocupada y creo que todos tenemos que hacer algo”, remarcó.
Por su parte, Brisa contó que se sintió mal cuando llegó a su casa y comenzó a dolerle la panza y la cabeza. “El olor se siente y en la escuela, tuvimos que cerrar todo y quedarnos adentro”, concluyó.