Entrerriano devolvió unos 40.000 euros y le dieron 500 pesos de recompensa

Encontró una cartera que habían olvidado turistas en un comedor, junto con documentación para viajar a Alemania. «No lo hice por la propina. No podría jamás quedarme con algo que no es mío», expresó.

Este miércoles, un matrimonio junto a quien sería el hijo de ambos, se detuvo en una parrilla de la zona de Sarandí, ubicada en el conocido kilómetro 53 de la Ruta Nacional 14, en el sur de Entre Ríos. Luego del almuerzo, se retiraron del lugar y Héctor Pereira, a cargo del negocio, al limpiar la mesa notó que habían dejado una cartera.

«La abrí y revisé para ver si encontraba algo para comunicarme con ellos, y vi que estaba llena de plata, todos euros, no los conté, pero deben haber sido unos dos millones de pesos aproximadamente. Tenía pasaportes y celular y traté de rastrear por ahí pero no pude comunicarme con nadie. Pasó un tiempo y regresaron, antes habían ido a preguntar a la estación de servicio y bueno cuando entraron tuve ganas de hacerle una broma pero tenía miedo que se desmayara porque vi la cara de preocupación y le di la cartera», relató el hombre.

Pereira contó también que le dijo que «no podía andar con semejante cantidad de dinero encima y en una cartera, pero bueno, fue lo que me salió. Esto pasa con mucha frecuencia, que la gente se olvida las cosas y cuando regresa siempre se las devuelvo. Para mí es un compromiso, porque si hay gente en las otras mesas y alguno se queda con lo que se olvidaron sería una responsabilidad pero por suerte nunca me pasó».

Al preguntarle si recibió alguna recompensa por su noble gesto, Héctor dijo «me dio 500 pesos, alrededor de 10 euros, pero yo no lo hice por la propina. No podría jamás quedarme con algo que no es mío. Esa gente iba a viajar tenía un proyecto y seguramente necesitaba ese dinero«, expresó con humildad, según publica radio Máxima.

Este hombre que fue mozo por más de 30 años, tiene una esposa, seis hijos y muchos años de sacrificio.

La parrilla tiene pocos comensales debido a la situación económica, lo que le ha originado deudas con el alquiler del lugar y el servicio eléctrico. Pero los problemas de salud de dos integrantes de su familia, son un desvelo permanente para Héctor que evitó contar esta difícil situación. «No me gusta aprovecharme de nada, lo que no es de uno se devuelve y yo hice lo que correspondía. Dios todo lo ve», finalizó.