Un empleado de un molino arrocero de San Salvador fue al cajero del Banco Macro a retirar el sueldo y se encontró con dos bolsas, en principio presumiblemente con una suma de dinero y documentación, e inmediatamente localizó a su dueña y las devolvió.
El hecho se produjo en el mediodía del sábado cuando Sergio Andrés Fogel fue al cajero del Banco a retirar el dinero de su sueldo y se sorprendió al ver las bolsas arriba de las máquinas.
Cuando entró observó que se iba una mujer conocida, y al ver las bolsas en el lugar se imaginó inmediatamente que en un descuido se las habría olvidado. Si bien no abrió las bolsas que estaban con candado, Sergio no dudo un instante en devolver las bolsas a sus dueños.
Una actitud que marca la persona de bien y la honestidad de Sergio, que trabaja en un molino arrocero ubicado a la vera de la ruta 38.
Finalmente, en la mañana de este lunes se pudo saber que las bolsas no contenían dinero, sino documentación o papeles relacionados a las operaciones realizadas, lo que no desmerece para nada la actitud de Sergio, pues hizo lo que cualquier persona de bien haría, entregar lo que no es suyo a su dueño.