El Museo Serrano y el Conicet Diamante realizaron el rescate de fósiles encontrados en un camping del arroyo Espinillo. Pertenecen a ejemplares de perezoso.
En la zona del arroyo Espinillo se encontraron restos fósiles de grandes mamíferos que habitaron territorio entrerriano, según se estima, hace unos 50.000 años. El trabajo fue realizado por personal del Museo Provincial Antonio Serrano, organismo dependiente de la Secretaría de Cultura de Entre Ríos, con la colaboración de Conicet Diamante, en el marco de la ley de protección del patrimonio arqueológico y paleontológico de la provincia de Entre Ríos.
El hallazgo se produjo en el Camping Cañada Sur, sobre el Arroyo Espinillo, pasando la localidad de Sauce Montrull. Un hombre y su hijo que paseaban por el lugar vieron algo que les llamó la atención y se pusieron en contacto con las autoridades. Fue hace dos meses, pero lo dio a conocer el gobierno provincial este jueves.
El 8 de enero, la directora del Museo Antonio Serrano, Gisela Bahler, recibió el aviso del hallazgo: “Me informan que el señor Antonio Germán Audisio y su hijo Donato, durante una caminata en el camping Cañada Sur, habían encontrado materiales que podrían ser fósiles. Nos brindan los datos precisos del sitio y fotos. Luego de analizadas las imágenes, de inmediato nos comunicamos con los dueños del lugar, poniéndolos al tanto de la ley provincial N° 9686 y la necesidad de preservar ese material patrimonial de todos los entrerrianos. Posteriormente, un equipo de profesionales se traslada hasta el lugar para comenzar a retirar el material”.
Por parte del Museo, estuvieron presentes la licenciada Graciela Ibargoyen, responsable del registro paleontológico de la provincia, y los técnicos Jorge Flores y Sergio Medina. La doctora Brenda Ferrero y el licenciado Donato Costamagna por el Centro de Investigaciones Científicas y Transferencia de Tecnología a la Produccion (Cicyttp) – Conicet Diamante. Se destacó también la colaboración de Norma Berón, dueña del camping donde se realizaron las excavaciones.
“En el arroyo Espinillo hay una serie de cárcavas que se forman cuando el arroyo desborda, normalmente están secas y se observa claramente el paso del agua en el fondo de la V esculpida durante las crecidas, con barrancas de entre 2 y 8 m de altura. Allí se encuentran los sitios donde se localizaron los fósiles”, explicó Graciela Ibargoyen.
“A grandes rasgos se puede decir que la mayor parte del material rescatado pertenece a distintos ejemplares de perezoso Xenarthra Pilosa Tardigrada y algunos restos fragmentarios de otros integrantes de la megafauna”. Se trata de huesos largos, fragmentos de dientes, costillas, vértebras, huesos pélvicos y falanges ungueales. Luego de la excavación, todo el material se transportó al laboratorio del Museo donde comenzó a ser acondicionado para su estudio.
Según las consideraciones de Brenda Ferrero, estos materiales fósiles se asignan al período Pleistoceno tardío en la Formación Arroyo Feliciano, por lo que se podría hablar de una antigüedad de 50.000 años aproximadamente.