En una elección contundente, el partido vecinalista Frente Para Todos, destronó a los Intransigentes por 3424 a 2946 poniendo fin a más de tres décadas de gobierno.
Desde la vuelta a la democracia que Urdinarrain es gobernada por la IP, pero el último refugio de los intransigentes en el poder tiene fecha de vencimiento. Será el 10 de diciembre de 2019, cuando el tres veces Intendente, Alberto Mornacco, deje su lugar para que lo ocupe Sergio Martínez, un nombre nuevo en la política local.
El Frente Para Todos, partido vecinalista fundado hace 15 años, logró lo que venía insinuando elección tras elección, y se impuso por 478 votos a la formula encabezada por Alberto Ledri y Juan Lagorio.
Ya en 2011 Jorge Riehme acusaba a la Intransigencia Popular de ser “Un grupo cada vez más cerrado sobre sí mismo que se vale de clientelismo para gobernar”. El partido vecinal que comandaba iba creciendo y en 2015 conseguía derrotar por primera vez a la Intransigencia Popular. Fue en las ajustadas elecciones PASO donde sumaban 3179 votos contra 3155, una diferencia de apenas 24 votos que no se lograrían confirmar en las generales de ese año.
Este 2019 Riehme se corrió a la vice Intendencia y el candidato a Intendente del F.P.T. fue Sergio “Tiki” Martínez, alguien sin trayectoria en la política, pero que quedará en la historia como quien cortó una hegemonía de 36 años en el poder de la agrupación fundada por Oscar Alende.
En las PASO el FPT había logrado 2836 contra 2658 del IP y 625 votos del justicialismo, que venía de dos elecciones sin competir. La diferencia de 178 votos que en abril separaron al primero del segundo casi se triplicó, al cierre de esta edición, el escrutinio provisorio indicaba que el Frente Para Todos obtenía 3424 votos, que representan el 52.2% del total. En tanto la Intransigencia Popular sacó 2946 votos, el 44.9 y Creer Entre Ríos 193 votos, apenas el 2.9%.
De esta manera -y a la espera de la confirmación del Escrutinio Definitivo por parte del Tribunal Electoral de la provincia- con un nudo en la garganta, la Intransigencia empieza a armar las valijas y se prepara para experimentar la militancia desde el llano.