En la ciudad de Concordia se hizo la entrega de tarjetas correspondiente al Plan Nacional Argentina contra el Hambre, que fue instrumentado por las carteras de Desarrollo Social de la provincia y de Nación.
En Concordia, se llevó adelante la primera etapa de la implementación de esta iniciativa, desde el día miércoles y hasta el sábado inclusive, otorgándose 6.900 plásticos a madres con hijos menores de 6 años, embarazadas y madres de hijos con discapacidad. Se trata de un plan que se estableció como política pública prioritaria por parte del gobierno nacional.
En la oportunidad, el gobierno provincial, en articulación con otros organismos, brindó contención, atención y asesoramiento a todas las personas que se acercaron al Centro de Convenciones de Concordia a realizar su trámite.
En ese sentido, la ministra de Desarrollo Social de la provincia, Marisa Paira, explicó que «el operativo se llevó a cabo de manera conjunta con los equipos de Educación, Salud y Desarrollo Social a nivel nacional, provincial y municipal, lo que posibilitó que de forma ordenada y ágil se pudiera dar respuesta a las distintas demandas que se presentaron y detectaron durante la operatoria, como así también permitió avanzar en la construcción de un plan de acción integral de las situaciones abordadas en este marco”.
Asimismo, Paira resaltó que «la tarjeta se enmarca en una política nutricional, con un especial énfasis en la primera infancia de 0 a 6 años, teniendo en consideración que la población escolarizada se encuentra contenida en la política alimentaria que el gobierno provincial lleva adelante en los comedores escolares de todo el territorio entrerriano».
Finalmente, la ministra manifestó que «en el actual contexto de empobrecimiento de amplias capas de nuestra población, la tarjeta alimentaria constituye una herramienta para la restitución de derechos vulnerados enfocada en las necesidades alimentarias, conformando al mismo tiempo una estrategia de acompañamiento integral por parte del Estado en todos sus niveles para contribuir a la resolución de una de las heridas más dolorosas que el neoliberalismo ha infligido en las vidas de los argentinos y argentinas, en estos últimos años».