En la jornada de este sábado 7 de agosto se cumplió la celebración por San Cayetano en nuestra ciudad. En la Misa Patronal, el P. Raúl Joannás, hizo hincapié en la transformación hacia la pobreza de San Cayetano.
En un momento de su homilía el Padre Raúl Joannas recordó que San Cayetano, Patrono de la Paz, el Pan y el Trabajo, “tenía un gran respeto por la Santa Misa. Incluso pasó varios años sin celebrar la Misa porque no se sentía digno”. Además, citó como ejemplo a Francisco de Asis que “nunca quiso ser sacerdote porque le quedaba grande el poncho. El era muy poca cosa para que Dios lo revista de sacerdote. Cayetano también va en esa línea”.
También sufría mucho porque la gente no se convertía. Lo mismo le pasaba a Jesús, porque los humanos somos bastante duros de corazón y rebeldes de mente para las cosas de Dios, expresó el sacerdote.
Después hizo referencia a la pobreza que se expresa en el Evangelio y Cayetano decía “como viendo a Jesús pobre yo podré ser rico. Entonces acepta y elige el camino de la pobreza, sobre todo para poder imitar a Jesús”.
También recordó que cuando muere, allá por el 1547, no muere en un colchón de lana como había aconsejado el médico porque estaba muy mal, sino que muere sobre unas tablas porque dijo como voy a morir sobre un colchón de lana, siendo que mi Jesús murió sobre el ladero de la cruz. Así que elige un colchón de tablas para morir, identificándose con la pobreza de Jesús”.
El P. Raúl apuntó que “por eso vemos como Cayetano encarna los textos del Evangelio que acabamos de proclamar que dice “no acumulen un tesoro en la tierra donde hay ladrones y donde hay polillas, sino un tesoro en el cielo donde todo eso no llega porque donde esté tu tesoro estará también tu corazón”.
Enseguida lo relacionó “con el corazón de esta capilla a partir de este momento, y como siempre, será la Eucaristía. Pero cuando no haya celebración será el Sagrario. El Centro del Universo es el Sagrario”.
Luego, junto al Padre Marcelo Krenz, se realizó la bendición del Sagrario que a partir de este día ocupa el lugar más importante de la Capilla San Cayetano de San Salvador.
Por último, se repartieron los tradicionales panes de San Cayetano, en una celebración que contó con una importante participación de fieles que pudieron participar con distanciamiento dentro del Templo y en la parte exterior, en su alrededor, donde también se ubicaron bancos para comodidad de todos.