La vaca se llama Lagunita y es la sexta ocasión que da a luz. Dotada de un alto poder reproductivo, el animal y sus crías son motivo de orgullo para su dueño
En la zona rural de Larroque se viene dando un hecho poco común y que tiene como protagonista a una vaca de la raza Charolais. Desde 2017, ha parido mellizos por tercera vez consecutiva. Se llama “Lagunita” y su dueño la describe como “una vaca mansita”, que está transitando su octavo año de vida.
Sus antecedentes en materia de fertilidad están a la vista, ya que en todas las ocasiones anteriores el apareamiento se dio con distintos toros.
“En estos tres años se ha envejecido un montón por las pariciones de mellizos: los cría muy bien, es mansita”, contó el productor y dueño de Lagunita, Damián Andreatta.
Anteriormente el animal había dado a luz otras tres veces, pero de a una cría: llamó la atención el gran porte de los terneros, teniendo en cuenta que la madre “no es muy grande”.
Mellizos tres veces al hilo
El productor dijo sentirse orgulloso del ejemplar, una raza que tuvo su origen en las regiones centro oeste y sudoeste de Francia, en las antiguas provincias francesas de Charolles y Niemen.
Debilitada, Lagunita necesitó de asistencia para alimentarse por varias razones: se quedó sin raciones de pastura por la extrema sequía y por el estrés que significó haber atravesado por tres pariciones múltiples en poco tiempo.
Andreatta lo refleja de la siguiente manera: “Yo pensaba que este año no me iba a dar mellizos; a lo primero estaba repanzona y finalmente me dio unos terneros grandes. Agarró cría a los tres meses de que había parido. Pero la escasez del pasto se nota. Las Charolais de por sí son vacas que parecen un poco más viejas, y esta quedó más peluda, pero debe ser por el tema de la nutrición porque había poco pasto. Y criar dos terneros no es fácil”.
Otra de las particularidades se dio en cada uno de los partos donde dio luz a mellizos: en el primero concibió un casal (macho y hembra), en el segundo, en 2018, trajo al mundo a dos hembras y este año hizo lo propio con dos terneros.
El productor contó que no decidió aún qué va a hacer con las crías de este año, “pero sí conservo las terneras del año pasado, que son mellizas, porque dicen que cuando nace un casal, la hembra no agarra cría. Los terneros como toritos andan bien cuando son casal. Pero como el año pasado nacieron dos hembras, las voy a probar también. Incluso una de ellas era más grande que la otra, ha sido siempre así”.
El campo de Andreatta se encuentra sobre la ruta provincial Nº 51, que une Larroque con Urdinarrain. Se dedica a la producción de algunos cultivos y a la cría de animales. Fuente: Uno.