Emotivas palabras de despedida al “Medico Gaucho” Raúl Olivero, Dr. de la Fiesta del Caballo de Urdinarrain

Luego del fallecimiento del “Medico Gaucho” Raúl Olivero, medico durante años de la Fiesta Provincial del Caballo de Urdinarrain, su hija. Alejandra Olivero escribió en sus redes, una emotiva nota sobre la despedida de quien durante  mas de 50 años trabajó en los campos de jineteadas de todo el país. 

Raúl Olivero, más conocido como «el médico gaucho», había nacido en Córdoba. Fue el médico oficial del Festival de Jesús María y durante años, también de la Fiesta Provincial del Caballo de Urdinarrain, por ese motivo desde la Asociación Cooperadoras Escolares de Urdinarrain (ACEDU), organizadores del festival, despidieron al Medico Gaucho con un poesteo en las redes sociales:

“Triste noticia. Hoy ha partido un hombre, amante de las tradiciones. Seguramente su luz brillara en una estrella en cada festival.
Desde ACEDU hacemos su reconocimiento a su trayectoria y acompañarnos en cada lugar, para hacer lo que es ACEDU y La Fiesta del Caballo de Urdinarrain”, Escribieron desde ACEDU, el último 15 de Septiembre, cuando la salud de Olivero dijo basta luego de haber permanecido internado por varios días.

A solo días de su fallecimiento, quien escribió fue su hija Alejandra, quien en una sentida nota recordó:

“Aquí mi homenaje a mi Padre, aunque mi mejor forma de honrarlo va a ser seguir siempre adelante como él lo hizo hasta su último día , Me tomé mi tiempo para hablar por aquí porque mi proceso y cómo lo transité no me lo permitía, el dolor es muy profundo, pero viendo taaaantos homenajes y tantas palabras hacia él y su partida (de lo cual estoy sumamente agradecida ) me sentí en el deber como hija de hacerlo.
Los que me conocen saben que no soy de exponer este tipo de cosas en las redes pero esta situación en particular me ha marcado en lo más profundo de mi ser y de mi alma. También los que me conocen saben muy bien de la relación tan intensa y especial que tenía con mi Papá.

Cómo nunca supe expresarme más que a través del Arte, en esta ocasión en vez de bailar o montar una coreografía, esta vez Escribí , escribí para el para mi viejo para quien marco hasta lo más profundo de mi Adn .
Agradezco profundamente haber estando ahí para abrazarte , para festejar tus 80 años y para decirte todo lo que te dije. Estoy en paz. Que gran privilegio y Bendición haber sido tu hija…

Y aquí va para vos viejo, no pude haber elegido mejor guardián en el cielo para que cuide de mi y de toda mi familia.

Gracias a todos y a cada uno de los que me hablaron y los que están apoyando a mi familia.

Aquí va:

“IMPLACABLE”

Así se definen sus ganas de vivir, sus ganas de hacer , sus ganas de curar …
Implacable como su compromiso con el mismo, con sus ideales, con su tradición...Tan implacable que a veces se torna un tanto inentendible su manera de vivir, nada de lo que observemos en él estará dentro de los parámetros que llamamos “normales” u ordinarios ; su voz única e inconfundible , su energía inagotable , su pasión desmedida …

Su Guardapolvos o su poncho al viento, la bandera de su patria siempre presente en cada camisa , en cada prenda y su atuendo gaucho que llevaba con extremo respeto.

Implacable como su automóvil que al igual que él parece ser INDESTRUCTIBLE y misteriosamente solo responde o funciona con Él, con su presencia.

Implacable pero a la vez “en contra”; en contra del viento, en contra de la corriente, en contramano si se trata de una calle , en contra de los peajes, en contra de todo lo que “el sistema” le quisiera imponer.

Él creó su propio mundo, su atmósfera, y en esa burbuja se manejaba trasgrediendo esquemas,
pero con tanta seguridad y entereza como si todo el resto del mundo en verdad fuera el equivocado, no él.

Admirado por muchos, honrado por sus paisanos quienes lo llegaron a nombrar como “El ángel de los jinetes” , venerado por sus pacientes, criticado e incomprendido por otros pero NUNCA ignorado , simplemente a él era casi tan difícil ignorarlo cómo seguirle el ritmo.

Salvador de vidas, orgulloso de su patria, testarudo , no conoce la vergüenza; no sabe que es y tampoco quiere saberlo.

Implacable como el amor por su profesión y cómo buen apasionado nunca dejó de atender a alguien que no pudiera pagarle , negado a subir su cachet , negado a algo le impidiera ejercer su medicina.

Implacable como sus diagnósticos , ningún examen de sangre te dirá tanto como si él mira debajo tu iris , ninguna radiografía hablará tanto como sus manos.

Este ser único e implacable al que intente definir como pude , es mi Papá, es mi Viejo,a quien quise honrar y homenajear con estas líneas;
Raúl Antonio Olivero quien sea que lo haya conocido de seguro tendrá una anécdota para contar sobre él y con total seguridad también será una anécdota fuera de lo común.

Así con la palabra que lo definí a él ASI SERÁ SIEMPRE MI AMOR POR VOS VIEJO, “IMPLACABLE”.

Gracias eternas.

ALEJANDRA OLIVERO. Urdi Digital.