El tema del polvillo de arroz es un tema recurrente y problemático en esta época del año en San Salvador. La cosecha arrocera genera un movimiento inusual en la ciudad, que con el paso del tiempo ha generado la reacción de la población para que se elimine el polvillo que genera problemas en la salud de muchos sansalvadoreños que vivimos en la zona, o algo alejado, de las plantas industriales.
En la sesión ordinaria del Concejo Deliberante de este jueves, a la hora de las preferencias, el concejal Héctor Ayala (FpV) realizó una alocución relacionada al respecto, apoyando el reclamo que vienen realizando, en forma especial, los vecinos de la Zona Norte y barrio Belgrano.
El texto que dio lectura el concejal Ayala, se transcribe textualmente.
Como es de público conocimiento en los últimos días los habitantes de San Salvador venimos padeciendo el constante polvillo que producen los molinos. Entendemos que es momento de plena campaña, es sabido y comprendemos que se agudiza en estos meses. Pero también es necesario que las empresas que procesan los granos o distintos cereales, asuman responsabilidades. Deben poner todo su empeño y recursos al alcance para cuidar la salud de los vecinos de San Salvador.
El año pasado en este recinto se votó afirmativamente una ordenanza y de manera unánime. Esta ordenanza, una de las más importantes en lo referente al medio habiente que se han tratado en este Concejo, tiene como objetivo la reducción de emisión de polvillo en la actividad del secado del arroz. Es consecuencia de otras ordenanzas y acciones que se llevaron a cabo por esta gestión, para ir encontrando entre todos los que integramos esta sociedad, funcionarios de turno, industria y vecinos, modos de mejorar el medio ambiente en pos de la calidad de vida que necesitamos y nos merecemos. Desde el año 2011 se vienen realizando acciones concretas como, resguardo ambiental, campamento sanitario donde intervinieron dos Universidades, ordenanza que regula el control de emanación de polvillo y la compra de medidores ambientales. Hoy contamos con herramientas legales, tecnológicas para el control y seguimiento en la implementación y cumplimiento de la ordenanza del polvillo.
Se están realizando controles pero pensamos que es necesario agudizar las normas y regulaciones de emanación de polvillo por parte de las empresas que tienen como materia prima el arroz.
Como hemos anunciado en su momento, la ordenanza sancionada en el 2017 es la primera etapa del proceso que se necesita para mejorar el medio ambiente. A casi un año de esta sanción vemos muy importante abordar otras fuentes de producción de polvillo, lo referido a la carga y descarga de cereales, como también el acopio de los granos en silo bolsas dentro del ejido de San Salvador.
Esta etapa es compleja pero estamos comprometidos a tratar esta cuestión y llegar a propuestas de soluciones para mejorar el medio ambiente de nuestra ciudad.
Sabemos que todos quisiéramos no contar con el polvillo en nuestro aire, pero somos conscientes que demandará su tiempo.
Entendemos que el desarrollo económico de la ciudad es de un gran valor, pero también consideramos que el medio ambiente, la salud y tranquilidad de los vecinos tiene igual o mayor importancia aun.
Por ello los Concejales de este bloque compartimos la inquietud de los vecinos del Barrio Norte y Belgrano y acompañamos sus requerimientos a las industrias de todo el ejido de San Salvador para que continúen con el esfuerzo en implementar y acogerse a la normativa vigente al momento, provincial y municipal.
Sabemos que muchas industrias han realizado las adecuaciones necesarias pero también hay otros que no lo hacen. Más allá de las sanciones que puedan corresponder, ser responsable ambientalmente y socialmente es un acto de humanidad. Y de gente de bien respetar la salud de los que habitamos San Salvador.
Desde este bloque apoyamos el desarrollo y crecimiento de la Industria arrocera como principal fuente de trabajo e ingreso económico para los sansalvadoreños, directa o indirectamente todos dependemos de estas industrias, pero llamamos a la reflexión para que cada uno desde su responsabilidad y servicio realice el aporte necesario al medio ambiente, desarrollando su actividad comercial pero no a cualquier precio.