En la jornada de este domingo se registró la puesta en funciones del nuevo párroco de la Parroquia Santa teresita del Niño Jesús de San Salvador. El obispo de la Diócesis de Concordia, monseñor Gustavo Zurbriggen, puso en posesión de su cargo al Padre Aníbal Aguilera, oriundo de General Campos, y que llega después de estar 14 años al frente de la Parroquia Santa Rosa de Chajarí.
Con el templo colmado de fieles, después de la salida del Padre Raúl Joannás, por un problema de salud del que se está recuperando, llega el Padre Aguilera para estar al frente de la parroquia, que en las últimas semanas, estuvo en el centro de atención de la opinión pública, por un hecho de profanación, primero, y un contrapunto entre el P. Pablo Siarra, que había quedado a cargo de la administración parroquial, y el P. Marcelo Krenz, que viene haciendo las veces de colaborador desde el momento que recibió la jubilación hace varios años.
En la oportunidad, como se hace habitualmente en este tipo de ceremonias, la comunidad despide al párroco que deja el cargo, y recibe con palabras de ocasión al nuevo párroco.
En su discurso, el padre Aguilera agradeció la presencia de Monseñor Zurbriggen y de la comunidad, y compartió una anécdota sobre su experiencia en la parroquia Santa Rosa, de Chajarí: “Después de cada tormenta había grandes y buenos frutos”, dijo, refiriéndose a los 16 años que pasó allí, publicó Mercurio Noticias.
El padre Aguilera también habló de la importancia de la oración y de la escucha de Dios, especialmente en este año dedicado a la oración por el Papa Francisco. “Que Santa Teresita, doctora de la vida de la oración, nos ayude a ser esa buena noticia”, afirmó.
El nuevo párroco también invitó a la comunidad a abrazar la cruz, que siempre está presente en el camino de evangelización. “Tanto la tormenta como las espinas, si estamos unidos a Jesús, siempre son fuente de bendición, fuente de gracia y fuente de sanación”, dijo.
En otro momento de sus palabras el padre Aguilera reconoció al padre Marcelo Krenz, quien lo impulsó a entrar al Seminario en 1989. En ese momento fue cuando la comunidad presente en la parroquia levantó una ovación para el cura que tiene más de 90 años y sigue al servicio de la comunidad.
Más adelante, le recordó: “Te acordás Marcelo cuando me mandaste al seminario allá en el año 89, yo siempre le decía al padre Marcelo “Sí padre” y no había discusión” y dirigiéndose al sacerdote le dice: “Marcelo tengo una buena noticia, ahora te toca decir a vos “Sí, padre” y no hay discusión”.
“Quería decirle al padre Marcelo gracias por su vida, por su Don, por su ministerio, que con sus 90 años que ya lo está viviendo, sigue atendiendo, sigue escuchando. El padre Marcelo no es Vicario parroquial, sino que simplemente está como siempre dice para servir con el servicio en la escucha, en la confesión, y también este servicio que quizás alguna vez me pueda cubrir”, resaltó.
El padre Aguilera concluyó su discurso invitando a la comunidad a caminar juntos con la buena noticia del Evangelio. “Tenemos un gran don que es Jesús, un gran tesoro que no lo merecemos, pero el Señor confió tanto en nosotros”, dijo. “Caminemos juntos, escuchemos, aprendamos a morir para que Él sea la vida, y seamos luz”, texto que fue reflejado en Mercurio Noticias.
Luego de la ceremonia, la comunidad compartió un agasajo en el salón parroquial, donde los párrocos recibieron regalos de la comunidad.