“El fuego de Juan Desdicha” lleva como título el nuevo trabajo de Lucio Albirosa, un testimonio desterrado desde la tregua de los días azotando pobres, en un país que mastica rabias y urgencias. Se presentará en Mendoza este 19 de octubre.
Literatura
Un nuevo poeta para la protesta versificada parida antes de Cristo llegará con sus fogones de miseria y ceniza desde las entrañas de cualquier Juan de la patria. La leña seca del obrero y el fósforo de las rabias son la extensa manifestación empujada desde el barro de las verdades hacia una fiesta triste para excluidos sociales.
Albirosa no le debe nada a Borges ni a Poe, sus dichos son un camino umbilical desde miradas propias hasta la luz de pancartas y protestas, hasta la esquina donde duerme un pibe excluido de derechos y amor, un Juan adolescente sin oportunidades o la máscara gubernamental tapando obreros invisivilizados en cualquier avenida de la patria.
La preocupación por el otro es la única voz en este libro donde ni los políticos ni los grandes señores pueden salvarse de tanta queja sutilmente descripta como saeta buscando la llaga abierta. Ya lo hizo con “El grito de las injusticias”, su obra cuasi censurada, después fue “El canto de las injusticias” donde se amplió el manifiesto y luego vinieron otros títulos pateando realidades. En 2017, “Denuncia en llamas y otras manifestaciones” recibió la crítica latinoamericana necesaria para coronarse por encima de las menciones obtenidas en el 55° Concurso Latinoamericano de Poesía y Narrativa convocado por el Instituto Cultural Latinoamericano. Los poetas sociales no saben de agachadas, son los cantores que jamás callan frente al crimen, parafraseando a Horacio Guarany, y Lucio entiende desde siempre lo que ello significa.
Así reflexiona Juan Desdicha dentro del tintero atrevido y frontal cayendo por la pluma de Lucio: “…Pero en la patria no hay pique,/ se han ido cerrando las fábricas/ ayer hubo miles nuevos despidos/ y hoy las calles se tiñen de protestas y marchas…”, “Le quitan el anhelo por decreto/y los derechos en sesiones ordinarias,/ la fiesta del poder la pagan los pobres./ Juan es muy flaco para tragar tanta rabia.”. Nunca mejor tan clarificado por Manuel Felipe Álvarez Galeano (filólogo hispanista y Magister en Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Antioquia –Colombia- y autor del prólogo inicial del libro) como “una épica de la contemporaneidad”. Nunca fue tan simple, concreto y sin ribetes mudos, decirlo todo. No hay adorno para tanta crudeza describiendo la indiferencia toda del ciudadano común.
No hay espacio para el silencio en las páginas del décimo tercer título de un poeta reconocido en los mayores escenarios del país, Latinoamérica y en los tugurios habitados por los infinitos olvidados. Desde allí llega Juan Desdicha, del barrio de las latas: donde la esperanza se sueña a cara lavada.
Presentación del libro “El fuego de Juan Desdicha”. Obras: “El fuego de Juan”, de Jorge Lobos.Música en vivo: Alejandro Vedia. Participación especial: María Eugenia Fernández, Franco Cabrera Navarro
Viernes 19 de octubre, 21:00 hs. Sala Chalo Tulián, Espacio Cultural Julio Le Parc. Feria del Libro Mendoza 2018
Entrada libre y gratuita. Huentota Ediciones
PALABRAS DEL AUTOR SOBRE “EL FUEGO DE JUAN DESDICHA”
“Juan Desdicha no viene a reclamar triunfos ni honores, solo se manifiesta, reclama, exige y saca a la luz su urgencia como individuo socialmente olvidado. Está en total rebelión ante el embate y el ultraje a los más débiles de una sociedad que excluye, margina y rotula pobres. Es una especie de cantor parido en el charco y trae a cuesta la vergüenza toda de un país actualmente sacudido por el neoliberalismo.”
“Este libro fue escrito durante dos noches de junio del 2017, dos noches que parecen no acabar. Fue un trabajo para participar en el “XVII Premio Casa de América de Poesía Americana”, de España. El trabajo quedó entre los mejores diez finalistas, participaron 961 obras de 22 países y Yolanda Pantín, poetisa venezolana, ganó el certamen. No me quejé, felicité a la ganadora y me sentí ganador también por el alcance de la obra, fue quizás para probar mi nivel literario y vaya que sirvió. Si miro la oscuridad argentina desde que lo escribí hasta ahora, noto que la luz de bienestar de los menos no se ha encendido. ¿Cómo puede quedarse callado Juan Desdicha ante tanto pisoteo y explotación obrera caída sobre su espalda? ¿Qué hago como poeta social para manifestar abiertamente el dolor de Juan? Escribo. Describo su padecer, su canto de esperanza y deletreo sin pausa cada necesidad naciente en el barrio de Las Latas, donde puse a Juan y las penurias. Algo de belleza nos permitirá siempre ser un poco más libres, aunque sea dentro de una poesía manifestándose.”
“Juan es un poco este cuerpo mío. Es el niño delas calles, el adolescente sin oportunidades, el joven ganando la vida a jornal escaso y changas por monedas. Diariooo!!! Hay diario, señora señor. Diariooo!!! Alguna vez fui Juan, sin dudas. Desdicha es el obrero trampeado, el vulnerado de derechos, el que sueña una vida mejor dentro de esta; es el que protesta y corre riesgo de ser molido a palos por el teatro antidisturbios montado para la escena que te muestran los noticieros para vender rating, cuya imagen aplauden los desinteresados sociales y celebran los inhumanos.”
“Juan es muchas cosas. Es el padre cargado de preocupación por sus hijos, la madre innumerable echando esperanza a la sopa cuando la carne no alcanza a tantas bocas, el peregrino observando un lejano sueño de mañana, el anciano al que la burla del poder le quita su dignidad y mucho más. Creo que puede ser una biblia de los más necesitados del país. ¿Por qué? Porque cada verso es una verdad, algo que sin dudas te pasa día a día a vos o a alguien cercano. Yo no soy profeta, pero no cuesta mucho ni tampoco costó ayer escribir esta realidad de hoy. El fuego de Juan Desdicha es el incendio de cada laburante, ojalá ese hombre, ese trabajador, no sea ceniza dentro del olvido que tanto lastima, golpea y hasta termina matando al pueblo. Nunca la literatura pudo ser tan verdadera si en ella anda caminando un hombre, una mujer, un niño y si se quiere, también la esperanza”.
(Lucio Albirosa)
Crédito: Huentota Producciones
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