Con una cosecha que representa U$S 34.000 millones, las ventas de equipos se canalizan en su mayor parte con el canje por granos y por fuera del sector financiero tradicional.
Por Jorge Freites
A falta de créditos viables, la industria de la maquinaria agrícola se las ingenió en la primera mitad de 2019 para ponerle calor al clima de negocios.
Basándose en la creatividad y la flexibilidad de condiciones, el sector afronta la intemperie financiera a la que lo sometieron las altas tasas y la falta de financiamiento razonable en pesos.
Los recursos para moverse por fuera del sector financiero tradicional están representados por los U$S 34.000 millones de la cosecha 2018/19.
El productor va inclinándose por hacer operaciones con granos y se siente más confiado a la hora de comprar cuando se le habla de su propia moneda.
Esta particularidad ha quedado sin registro en el radar de los bancos privados que, más allá de los rigores que impone la economía actual, no han mostrado cintura para el nuevo juego.
Si Argentina siempre tiene como certidumbre habitual, paradójicamente, la falta de previsibilidad, el canje por granos puede calzar por bastante tiempo en una porción gruesa del negocio.
La experiencia que están registrando las empresas de maquinarias agrícolas y sus concesionarios es que hay vida más allá de las oficinas bancarias y que las ingenierías financieras germinan en los terrenos menos pensados.