En el acto central de la provincia por el Día de la Independencia, el mensaje del Padre José Luis Bogado, fue el más fuerte y dejó una posición clara y firme sobre los principios que la sociedad está olvidando y lo que debemos recuperar
Aquí las palabras textuales de la Oración del Párroco de la Parroquia Santa Teresita del Niño Jesús de San Salvador.
Te alabamos Padre, te alabamos porque nos has regalado una Patria grande y maravillosa.
Te alabamos por quienes hace más de doscientos años otearon el horizonte de esta Nación.
Porque no se encerraron en miradas mezquinas, porque se abrieron a la luz de la verdad, invocando al Eterno[1] que preside el universo.
Te alabamos porque somos hoy esa Nación que está destinada a ser casa que acoge, familia fraterna, pueblo de hermanos que recibe a todo aquel que quiera habitar este suelo argentino.
Te alabamos porque pusiste en nuestro pueblo sencillo, el amor y el cuidado de la vida desde el instante de la concepción.
Te alabamos porque somos una tierra llena de gurises, futuro esperanzador de nuestra Patria. Porque somos familia que cuida a sus abuelos. Te alabamos porque amamos a los jóvenes y desde el amor les decimos que confiamos en ellos, que luchen por sus sueños, que no se detengan ante las dificultades… que no dejen de soñar, pero sobre todo que se cuiden de los discursos de los vende humo… que cautivan y embelesen pero que solo es humo.
Pero también Padre, hoy queremos decirte que somos un pueblo que está herido y agobiado.
Porque hemos olvidado que el mayor tesoro que tenemos son nuestros principios y valores morales, porque hemos caído en el círculo de la mentira que destruye, de una corrupción que se come nuestros recursos y nos hunde en la miseria, del no compromiso, del buscar la propia comodidad y sobre todo Padre porque nos hemos alejado de Ti. Y esto nos duele y nos hace sufrir.
No queremos vivir así, no queremos seguir hundiéndonos.
Por eso hoy ante Ti,en esta mañana ante ti que eres el Eterno, queremos volver a gritar:
Queremos ser nación,
una nación cuya identidad
sea la pasión por la verdad
y el compromiso por el bien común.
Danos la valentía de la libertad
de los hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie,
privilegiando a los pobres
y perdonando a los que nos ofenden,
aborreciendo el odio y construyendo la paz[2].
Que nuestra madre del Lujan, la madre de tu hijo nos haga crecer como pueblo de hermanos, como la gran Nación que queremos ser para el mundo y que la bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre cada uno de ustedes que nos representan y que los acompañe siempre, amen. ¡Viva la Patria!”.
[1] Acta de la independencia.
[2] Oración por la Patria.CEA
