“El manejo del forraje es el cuello de botella de la ganadería”

El M;édico veterionario Barrera definió que la situación del sector provincial aún no es de catástrofe.

Sequía, seca, déficit hídrico deben ser tres de los términos más utilizados en la agenda noticiosa rural de los últimos años; y quedan asociados a visiones más o menos desoladoras; según la región a la que refiera.

En contraposición, es bienvenida toda mirada que aporte una esperanza, y ese el caso que propone Marcelo Barrera, médico veterinario. “Considerando la complejidad de sequía en la provincia hay que decir que la situación no es catastrófica como en otras regiones”, indicó a Campo en Acción el consultor y asesor privado con predicamento particularmente en el Litoral argentino.

Más rápido que despacio, el profesional descubrió su fundamento. Dijo que en Entre Ríos, la ganadería tiene un aliado estratégico como la avicultura que genera residuos en cantidad y calidad para fertilizar suelos de campos entre aquellos productores que trabajan de alguna manera asociados. Y remató con que, en menor medida sucede lo mismo entre establecimientos dedicados a producción de vacunos y porcinos que se vinculan a través del buen uso de los desechos.

De todas maneras, caló hondo con otra sentencia de fuste que impacta en la cadena ganadera y da que pensar: “Más allá de la seca, hay dificultades para administrar eficientemente el forraje en Entre Ríos, ese es el cuello de botella más importante en el sector”.

Ponderó que el uso de fertilizantes para servir a la obtención de mejores forrajes es bajo a nivel país; “en cambio, -observó-, “los productores que conviven con la actividades porcinas y avícolas que hacen un uso eficiente de los desechos de esas cadenas logran mejores pasturas en relación a quienes no pueden echar mano de estos recursos”.

Subrayó que la situación es distinta para quienes trabajan en el monte, sin embargo, determinó, “dista de ser gravísima”. Especificó que tras recorrer personalmente establecimientos de Feliciano, Federal, Federación y La Paz puede aportar que “los rodeos no han sufrido tanto el impacto de la seca como para definirlo de extremadamente delicados”.

Yendo a los datos concretos que aportan las estadísticas valoró que hasta ahora no haya una reducción importante en la producción de terneros: “Los números de la seca de 2008/09 mostraron una merma de terneros del 20% a 25% y eso ahora no está sucediendo”.

Por el andarivel de las políticas públicas de asistencia ponderó que toda ayuda a ganaderos en emergencia “siempre sirve, pero no es útil en términos que llega tarde porque no previene”.

Contó en ese contexto que, en su opinión, “el Estado tiene que prever una manera de llegar antes que los problemas; la política pública debería establecer eso, llegar antes”. Y la manera pragmática que propone es atender, por citar algunos pocos ejemplos, que el productor pueda invertir en reservas forrajeras, maquinarias y disponibilidad de aguadas con bombas asistidas a energía solar.