El intendente y la jefa de Policía en situación tirante

La pandemia del coronavirus exige extremar controles tanto de parte del municipio como de la Policía Departamental San Salvador. La visión por cómo llevar adelante los controles a generado una situación de tirantez entre el intendente municipal Lucas Larrarte y la jefa Departamental de Policía, comisario Miriam Cabello del Campo.

De acuerdo a lo que informó en la mañana de hoy el móvil de FM Imágenes los encontronazos tuvieron su mayor desencuentro en las últimas horas.

En principio el intendente estaría molesto porque no vería los controles de la Policía como estima tendría que ser. Esta situación el propio Larrarte y/o el senador Berthet se la habría hecho saber a la ministra de Gobierno Rosario Romero.

Esto derivo en que el jefe de Policía de la provincia se comunicará con la titular de la departamental para pedirle explicaciones. De acuerdo a lo manifestado por FM Imágenes, la jefa de San Salvador está muy enojada con el intendente por el reclamo ante las autoridades que mereció un llamado desde la capital provincial.

Lo cierto es que la Policía tiene en la calle sus móviles con puestos rotativos y no siempre están ubicados en la zona céntrica, donde se genera un movimiento particular en estos días de pandemia, sino también en las avenidas y barrios.

En principio el intendente viendo el movimiento que se da a diario con la salida de la gente a realizar tareas diversas, en especial por la presencia de personas en los cajeros de los bancos, pago de servicios, y compras en supermercados, entiende que es más de lo que se puede esperar y no quiere que la situación se descontrole.

La situación se habría tensado por los reclamos del intendente y las respuestas de la jefa de Policía afirmando que ella era la que ordenaba el trabajo de su personal.

Lo cierto es que la relación está en un punto muy complicado si tenemos en cuenta que se ordenó a los controles policiales realizar actas a los empleados municipales que estaban cumpliendo tareas que no son esenciales en la vía pública. Ejemplo, empleados regando plantas o congregados en la puerta del municipio sin tareas especificas.

En definitiva, ambos tienen posturas muy firmes y han chocado, lo que no es beneficioso para los tiempos que vivimos. El tiempo será testigo si hay un acercamiento o  tendrán que convivir con las diferencias que han quedado expuestas.