El presidente Alberto Fernández anunció la intervención del grupo alimenticio Vicentín y el envío al Congreso de un proyecto de ley para expropiar los bienes de esa compañía. Así, el Estado dará un paso fundamental para recuperar participación en el mercado agrícola local, la que cedió por completo cuando disolvió la ex Junta Nacional de Granos (JNG) en 1991. La Vicentín pública será administrada por YPF Agro, con lo cual se creará un coloso que en 2019 exportó 11 millones de toneladas de granos y subproductos, pero que además podrá actuar de empresa testigo en múltiples rubros, como la carne vacuna, el algodón, los fertilizantes, el biodiésel y hasta el mercado de vinos.
En un giro inesperado de la trama Vicentín, cuyos activos eran disputados hasta ahora por varios grupos privados y cuyo concurso de acreedores, habilitado en febrero, tramita todavía en un juzgado de Reconquista, donde la firma nació hace 90 años, el presidente adoptó como propio un proyecto de la senadora Anabel Fernández Sagasti y el ministro de Producción, Matías Kulfas.
En varios tramos de una conferencia de prensa para anunciar esta medida, Alberto insistió que se trataba de un rescate “para que la empresa siga funcionandos y que sus trabajadores (unos 1.350), y fundamentalmente unos 2.600 pequeños productores puedan seguir contando con una empresa a la que venderle, además de que quedará en pie en la Argentina un operador de esta envergadura”.
Hasta su declaración de default, anunciada cinco días antes del recambio presidencial del 10 de diciembre, Vicentín era la principal empresa agrícola de capitales nacionales, junto a AGD y Molinos Río. Batallaba contra una serie de multinacionales que controlan el comercio exterior de granos y así también son determinantes en el flujo de divisas, como Cargill, Bunge, Dreyfus y la china Cofco. En 2019 había exportado 10 millones de toneladas de granos y subproductos (un 10% del total nacional), básicamente harina y aceite de soja obtenida en sus plantas del gran Rosario.
Alberto, al anunciar el avance del Estado sobre esta actividad crucial para la economía argentina, dijo que se haría en dos pasos. De inmediato el Estado ordenó a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) la intervención del grupo Vicentín y en simultáneo se enviará un proyecto de ley al Congreso para expropiar los bienes de esa compañía. El presidente habló de todos los bienes y no solo los de la compañía agrícola. Esto incluye el frigorífico Friar de Reconquista (uno de los principales exportadores de carne vacuna), una bodega en Mendoza, una desmotadora e hilandería en el norte de Santa Fe, una fábrica de jugos de uva en San Juan, la empresa láctea ARSA (que tomó los negocios más rentables de SanCor) y hasta una bodega en Mendoza. Todos estos activos están por fuera del concurso de acreedores que maneja un juzgado comercial de Reconquista. Vicentín también tiene parte de Renova, principal elaboradora de biodiésel del país, en sociedad con la multinacional Glencore.
La decisión más osada planteada en el proyecto oficial es crear un fideicomiso con esos activos y cederle la gestión de estos negocios a YPF Agro, la filial agropecuaria de la petrolera mixta YPF. Esta compañía también talla fuerte en el negocio agrícola, sobre todo por la venta de insumos a través de un centenar de centros de distribución en todo el país. Vende mucho a través de canje por granos, con lo cual también exportó en 2019 más de 1 millón de toneladas de cereales y oleaginosas. Es dueña además de parte de Profértil, la mayor compañía de fertilizantes de la Argentina.
La gestión inicial de este nuevo grupo agropecuario estatal primero “intervenido” y luego “expropiado” se le encomendó a Gabriel Delgado, un economista del INTA que es bastante reconocido en el sector rural y fue uno de los candidatos a ministro de Agricultura hasta la sorpresiva irrupción de Lus Basterra, quien por cierto no formó parte del anuncio de esta suerte de regreso de la intervención estatal en el mercado agropecuario. Delgado tiene un discurso muy moderado que es de agrado de mucha gente en el sector rural. Incluso plantea un proyecto proactivo para hacer crecer las exportaciones de alimentos y la generación genuina de divisas. En la presentación en Casa de Gobierno celebró la fusión con YPF, un símbolo del yacimiento “Vaca Muerta”. Habló de crecer también en materia de agro a través de otro gran proyecto al que bautizó “Vaca viva”. Bichos de Campo