Una agradable noche de música se vivió en la noche del domingo en la Avenida Malarín de San Salvador con la presentación del Ensamble Coral y orquestal junto a la Musikera.
Lograron hacer participar al público en el cierre de las actividades culturales del fin de semana.
A propósito del mismo el director del Ensamble, leo Abancini, realizó un balance positivo de la presentación.
A continuación sus expresiones.
Cambia, todo cambia
Se va otro año más con este hermoso grupo que no hacen más que alegrar la vida con su música.
Hace un año y medio atrás, consideraba que esta orquesta debía llegar a un cierto nivel, que el grupo debía a toda costa avanzar, afinar, tocar bien, etc… Y si para eso debían sacrificar la alegría de hacer música, estaba bien, había que alcanzar ese objetivo, ese ideal que otro grupo de chicos y chicas quien sabe en qué lugar, en qué condiciones, con quien sabe que instrumento tienen, pero entendí (por suerte) que eso no necesariamente debía ocurrir en San Salvador en este tiempo, quizás si más adelante.
Es ahí cuando aprendí a escuchar y a darme cuenta que son pibes y pibas que todos los días (desgraciadamente) se enfrentan a problemas comunes y sencillos para algunos o no tanto para otros, pero en fin, para cada uno de ellos tiene un significado.
Quizás la función de esta orquesta no sea la de tocar tal o cual obra de tal o cual nivel, sino simplemente apoyar y fomentar el estudio de la música, acompañarlos en su aprendizaje, enseñarle valores, que se yo, quizás solo con ser buenas personas alcanza.
A veces cuando sueño veo algún que otro alumno estudiando música en otro lado, tocando en una gran orquesta y pienso que quizás dentro de 10 años o más cuando uno de estos chicos se vaya a una universidad de música o llega a alguna orquesta sinfónica, uno al menos, ahí también habremos cumplido como profes, imagínense que mi corazón estalla de solo pensar eso.
Gracias a Dios, a mi familia y las familias de cada uno de los chicos y chicas que asisten a la orquesta. Gracias a las personas que pasaron por aquí de las cuales aprendí (a veces tarde) muchas cosas y gracias al equipo de trabajo de este año con quienes compartí hermosos momentos y a quienes les debo muchísimo también, gracias a los medios de comunicación que acompañan siempre, a los negocios y empresas de la ciudad.
Gracias a la Municipalidad de San Salvador y al Consejo General de Educación por sostener económicamente este proyecto durante 2019.
El otro día un profe me dijo, “hay equipo en Sansa”, y lo recordé, destacó Leo Abancini.