Cuando termine la crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus, Entre Ríos mantendrá sus argumentos turísticos intactos, pero nada será lo mismo, ni nosotros seremos los mismos, ni será rápido o menos fácil, el tránsito hacia el nuevo modelo. Primero habrá que superar la coyuntura, y luego, afrontar el cambio.
Cabe reconocer, ante todo, que como se trata de un sector pyme que da empleo a miles de trabajadores en la provincia, y que se encuentra inactivo desde antes de que se decrete el aislamiento social obligatorio, su situación involucra y compromete, seriamente, el sustento de miles de familias.
Desde mozos y cocineros a mucamas de hotel, desde guías de turismo o de pesca a choferes, desde guardavidas a bármanes, desde empleados administrativos y de mantenimiento a actores culturales, entre tantos, hoy, más allá de su formalidad contractual, se encuentran afectados por el cese de actividades. Y, aunque saben que el gobierno puede prohibirles a sus patronales los despidos, lamentablemente, también saben que no puede impedirles que quiebren, y eso afectaría a todos por igual.
Al mismo tiempo, el universo de empresarios pyme del turismo provincial enfrenta, aparte de los sueldos, los compromisos impositivos que le impone el Estado, los cuales no son pocos, y los vencimientos de los servicios contraídos la pasada temporada, la cual, de por sí, no fue nada buena.
De este modo, en lo inmediato, y mientras dure la crisis, el desafío del empresariado pyme turístico provincial, y de sus trabajadores, será sobrevivir. O sea, el desafío es, y será por unos meses, ni más ni menos que alimentarse y mantenerse sano.
¿Cuánto durará el aislamiento? En el mejor de los escenarios, como el de Corea, serían dos meses, pero, visto el reciente comportamiento de nuestra sociedad, y lo ocurrido con los bancos, la Argentina difícilmente pueda equipararse con lo logrado en el país asiático. Pensar en mayo sería una utopía.
Una vez finalizado el aislamiento actual, podrán darse distintos escenarios, los cuales no surgirán instantáneamente, sino que resultarán de un proceso, rápido o lento según el caso. Rápido en un marco de consciencia social y acierto político, lento en un desorden general.
A partir de esto, es lógico pensar que, durante ese proceso, no explotarán, inmediatamente, ni el turismo nacional, ni, mucho menos, el internacional, así que el desafío de los empresarios y trabajadores turísticos será el mismo que ahora: sobrevivir.
Por lo tanto, un escenario probable luego del aislamiento contemplaría un tibio y muy lento vuelco de los argentinos hacia la idea de escaparse unos días a algún lado, ya que en esa decisión jugarán, de modo importante, la economía, condicionada por los bolsillos, y la salud, muy influenciadas por los miedos.
Es natural que cualquier escenario de salida de esta crisis sanitaria, e inevitablemente económica, seguramente esté signado por dos aspectos centrales: por un lado, una depresión aguda de toda la economía, y, por el otro, una profunda fobia social hacia las interrelaciones.
En otras palabras, cualquier familia, o pareja, o grupo de amigos, que quiera salir a pasear deberá, como primera medida, poder gastar, y, en segundo término, superar el miedo al contagio por un rebrote. Una realidad que tardará en irse de nuestra sociedad.
De estos factores, la realidad económica irá mejorando conforme el país vaya recuperándose, mientras que la sociedad irá superando la fobia a otra crisis conforme vea que, realmente, la pandemia pasó.
De acuerdo a esto, el desafío del turismo pasará, principalmente, por poder diseñar ofertas económicas que den tranquilidad a sus visitas. O sea, seducir a la escasa demanda con propuestas accesibles y seguras, para lo cual el destino Entre Ríos cuenta con atributos y particularidades que lo distinguen del resto.
Ahora bien, el sector debe enfrentar estos diferentes contextos de distinta manera, pero siempre con una actitud positiva y concibiendo la realidad en toda su dimensión. Tanto en la etapa de supervivencia, como en la de reconstrucción, debe distinguirse del universo afectado por reaccionar diferente, concibiendo el nuevo escenario como una oportunidad a aprovechar, priorizando la razón por sobre las emociones, respondiendo a las carencias y a los miedos con estrategias e innovación.
En función de esto, para sobrevivir, el sector debe ser inteligente en la reducción de la actividad y realizar las gestiones necesarias ante los gobiernos en cuanto a ayudas para soportar los gastos fijos de servicios, impuestos y sueldos. Solo así sobrevivirán el sector y miles de familias.
Después, para enfrentar la reconstrucción de la actividad, lo cual se dará más cerca del verano que del invierno, el sector debe obligar a los gobiernos a estar a la altura de la situación y a aunar esfuerzos detrás de un ingenioso y seductor plan para el destino.
CAMARA ENTRERRIANA DE TURISMO
Pedido de medidas al gobierno provincial
En tanto, la nota enviada al ministro Bahillo el pasado 19 de marzo y que forman el presidente de la entidad, Leonardo Schey, y el secretario, Julio Mooney es la siguiente:
“Nos dirigimos a Ud. en representación del sector turístico entrerriano, atentos a la actual crisis económica que atraviesa la actividad toda, producto de la pandemia por el COVID-19.
Entendemos perfectamente, que las medidas sanitarias adoptadas por las autoridades nacionales, a las que el gobierno provincial adhirió, son necesarias para poder frenar en todo el territorio nacional la transmisión del virus. Es en este contexto que nuestra entidad, ha generado desde el primer minuto, un canal de comunicación on line con todos nuestros asociados, que nos ha permitido conocer al instante la situación en cada una de las localidades de nuestra provincia, al tiempo que recoger sus inquietudes y reclamos.
Atentos a esta dura realidad, que trastoca profundamente la situación financiera de todos los prestadores de servicio turístico, y dada la importancia que el turismo reviste como actividad estratégica para el desarrollo de las economías regionales, hemos elaborado un petitorio de medidas a instrumentar por el Ejecutivo provincial, las que consideramos urgentes y necesarias, con el fin de evitar un colapso económico en nuestra actividad, lo que redundaría en el lamentable cierre de un sinfín de establecimientos, acarreando la consiguiente pérdida de empleos a miles de trabajadores del sector.
Las medidas antes referidas serían las siguientes:
1. Diferimiento por el plazo de 180 días del pago de Ingresos Brutos.
2. Diferimiento por el plazo de 180 días del pago de la ley 4035.
3. Diferimiento por el plazo de 180 días de la percepción y retención del impuesto a los Ingresos Brutos para las empresas del sector.
4. Diferimiento por el plazo de 180 días del pago del Impuesto Inmobiliario y Automotor.
5. Diferimiento por el plazo de 180 días del pago de los servicios por Energía eléctrica y Gas natural.
6. Intermediación ante la Comisión Arbitral del Convenio Multilateral, para la suspensión por el plazo de 180 días del sistema SIRCREB.
7. Intermediación ante el Gobierno Nacional para el diferimiento por el plazo de 180 días de Ios vencimientos del pago al Impuesto al Valor Agregado, Impuesto a las Ganancias, Impuesto a los Bienes Personales, y los Aportes y Contribuciones al Régimen de Seguridad Social.
8. Intermediación ante el Gobierno Nacional para la realización de planes de pago permanentes, para los pagos del Impuesto al Valor Agregado que se encuentra bajo la opción Iva Diferido.
9. Gestión ante el Gobierno Nacional de líneas de créditos al 0%
10. Creación de un Fondo de Emergencia Turística.
Sabedores de su valioso compromiso con la actividad productiva y económica de la provincia, contamos con su inestimable colaboración para la efectiva ejecución de las medidas antes descriptas por parte del Gobierno de Entre Ríos, que encabeza el Sr Gobernador Cr. Gustavo Eduardo Bordet.
Quedamos atentos ante vuestro requerimiento por cualquier ampliación y/o consulta pertinente a los puntos en cuestión, saludándolo con atenta consideración”.