Los ruralistas se iban a reunir ayer con el ministro de Economía provincial para delinear el decreto que determinará la emergencia. Sin embargo, la misma pasó para la semana que viene, algo que no cayó muy bien en los productores.
A último momento, la Gobernación decidió postergar para el lunes la reunión que iban a tener las entidades del agro con el ministro de Economía entrerriano Hugo Ballay para delinear el decreto que determinará la emergencia agropecuaria producto de la sequía que azota la provincia. ¿El motivo? Según informaron, “fue por una cuestión de agenda”, sin demasiado detalles más.
Esto no cayó muy bien entre las agrupaciones rurales, quienes vienen reclamando una medida urgente ante la falta de lluvias, que generarán pérdidas millonarias por la pérdida en la producción
“La postergación fue por una cuestión de agenda, pero si la emergencia agropecuaria no ocupa un lugar en los temas prioritarios, con la sequía y las pérdidas multimillonaria que tendrá la provincia ¿Cómo se definen entonces las prioridades en la agenda?”, se preguntó algo molesto Raúl Boc-Ho, presidente de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER).
“En la actualidad, lo importante, lo urgente y lo inmediato es resolver el momento angustiante que nos toca vivir. La emergencia agropecuaria significará poder estirar los plazos de pago, o sea que en vez de pagarlos en abril podamos abonar en diciembre. No una exención de los mismos, pero la emergencia abre la puerta para pedir una homologación en Nación y tener a partir de allí otro tipo de paliativos, como la postergación crediticia o una línea de créditos especiales”.
“Es terrible la situación actual en Entre Ríos: además de todos los problemas relacionados a la producción tradicional (agricultura y ganadería), por culpa de la sequía hay frutas caídas, quintas que se están secando, aborto de flores en todo lo que tiene que ver con la producción de hortalizas y montes de eucaliptus que sufren la falta de agua, Lo que se ha perdido hasta el momento equivale a un año de la recaudación provincial”, describió.
“Las pérdidas son muy grandes, y no solo la vamos a sentir en el campo, también en los pueblos y ciudades, porque un número importante de dinero no va a circular en la provincia, un montón de cuentas que no se van pagar, el transportes de cargas no se va a movilizar y habrá servicios que no van a funcionar. En definitiva, todo forma parte de una cadena en la cual están entrelazados todos los eslabones”, aventuró el titular de la FARER.
“Esperamos con un alto grado de ansiedad la reunión del lunes, y ojalá que no se vuelva a postergar. Tanto por la sequía como por la falta de previsibilidad para afrontar estos fenómenos, pedimos políticas acordes a la Gobernación y que de una vez por todas salga la emergencia”, reclamó el ruralista.