Alejandro Pannunzio, presidente de la Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia Argentina (APAMA), comentó que la “cosecha comenzó levemente desde hace una semana” y adelantó algunos desafíos para la recolección gruesa.
El ingeniero detalló que “ya está habiendo algo de fruta de primicia que se va cosechando de los campos en la región”. Subrayando que la gruesa “comienza en octubre y el pico llega en noviembre”.
Pannunzio explicó además que en 2019 “estábamos en 1.040 hectáreas plantadas” del fruto fino, pero – para este 2020 – se estima que eso se redujo “a menos de mil”. Vale decir, que en esta cosecha serían 921 hectáreas, para más precisión.
Consultado acerca de cómo repercutirá esa merma en la mano de obra que demandará el sector para la temporada, el profesional enumeró “que son problemas que vamos a tener, ya que se encarece la logística, la cadena de proveedores no nos puede atender de la misma manera y – por supuesto – menos manos de obra”.
Pandemia
A eso se suma el actual panorama desolador que deja la pandemia, ya que “no va a venir gente de otros lados a cosechar este año y aquellos que cobran el IFE, no pueden anotarse para trabajar porque pierden la prestación”, mencionó.Por último, Pannunzio citó el caso de la escasez de vuelos, para enviar la fruta a exportación, lo que a su vez redunda en mayores costos. Diario Río Uruguay.