El agente utilizó un documento público para expresar sus sentimientos hacia una mujer, cuyo auto se encontraba estacionado frente al Departamento de Servicios, en la ciudad uruguaya ubicada frente a Colón.
Más allá de lo anecdótico, medios locales advirtieron que esta situación podría traer graves consecuencias para este inspector, quien no tomó con seriedad el documento público que la Intendencia de Paysandú le otorga.
Lamentablemente para el agente enamorado, el artículo 214 de la ordenanza de tránsito indica que «el conductor de cualquier vehículo deberá abstenerse de toda conducta que pueda constituir un peligro para la circulación, las personas, o que pueda causar daños a la propiedad pública o privada (hablar por celular, etc.)».
En este caso, el «peligro» es la “belleza” de la conductora, de acuerdo al inspector. Fuente: El Telégrafo / El Entre Ríos.