Docentes de escuelas secundarias denuncian las enormes falencias que tienen ante la ola de calor

Luego de la crónica que publicamos en LA SEMANA en la jornada de este lunes docentes de las escuelas secundarias de San Salvador elevaron una nota a la Supervisora Departamental de Secundaria Zona XIX haciéndole saber la imperiosa necesidad de tomar medidas ante la agobiante e inusitada ola de calor que afecta a estudiantes y docentes por igual.

La nota de alto tono crítico, por lo que entienden falta de sentido común, ante la ola de calor que azota toda la región, sin que desde Supervisión Departamental se tome medida alguna por iniciativa propia.

Al mismo tiempo desde la superioridad de las escuelas secundarias solicitaban una reducción horaria en el dictado de clases, lo que se cumple a partir de la mañana de este martes, supo LA SEMANA.

EL TEXTO DE LA NOTA ELEVADA A SUPERVISION

San Salvador, 13 de marzo de 2023

A la supervisora de secundario Zona XIX San Salvador, Prof. Norma Daj

Docentes de nivel secundario de las escuelas de la ciudad de San Salvador nos dirigimos a usted, y por su intermedio a quien corresponda, para expresar nuestro malestar ante la falta de empatía frente a la intensa ola de calor que azota nuestra región. En otros departamentos se han suspendido clases o se han aplicado reducciones horarias a los turnos. Y si esto se ha llevado a cabo es porque puede efectivizarse dentro del marco legal. Pues ocurre dentro de nuestra misma provincia y dependiendo de los mismos superiores.

La realidad que vivimos día a día es la de aulas superpobladas. Falta de mobiliario; lo cual provoca el acarreo constante de sillas y mesas ante cada cambio de turno. Ventiladores que no son suficientes para aliviar el calor sofocante y que, en ocasiones dejan de funcionar debido al sobrecalentamiento ante tanto uso. Las escuelas nos solicitan colaboración para traer botellas/bidones para tener agua fresca para los chicos. Aunque la demanda es tal que no alcanzan a enfriarse luego de recargarlos. Especialmente para cuando ingresa el turno tarde, el cual es el que padece más la extrema temperatura. Sin dejar de lado que no todas las escuelas cuentan con equipos de refrigeración adecuados para tal fin.

En verdad invitamos a usted y a nuestra directora departamental a visitar y compartir clases en las distintas aulas de las escuelas, durante toda una jornada, para que logren vivenciar lo que les expresamos.

Sabemos que nuestros directivos han peticionado una reducción horaria para al menos acortar el agobio de esta ola de calor. Esperamos que al menos a eso den respuesta positiva.

Pero como si esto no bastara, se suma el rompimiento de un caño madre que restringe el suministro en la red de agua de la ciudad. Todos nos vemos afectados ante esto. Con buen tino han decidido suspender las clases del turno mañana; aunque nos obligan a asistir y cumplir horarios normalmente. Pareciera que nosotros no bebemos agua, no usamos los sanitarios, no sufrimos las altas temperaturas… Compadecemos especialmente a varias compañeras que están cursando embarazos. Ya que ellas sienten triplicado el calor.

Ir y cumplir horario toda una mañana sin sentido alguno. Hay compañeros que viajan desde largas distancias y podrían ahorrarse los gastos, al menos por un día. Todos sabemos que el pago por traslado alcanza a cubrir tan solo una semana en realidad. Seguramente aducirán que nos pagan el día por eso nos corresponde trabajar… Como si no lo hiciéramos de más con reuniones en días que no nos corresponden o fuera de nuestros horarios. O como si nuestro salario estaría tan bien pago que sentiríamos el deber impostergable por perder una jornada.

Lo cierto es que intentan tapar la gran mentira de no perder horas o días de clases cuando en días así nadie es capaz de concentrarse. La atención de los chicos es nula. Solo nos expresan todo el tiempo que quieren tomar agua fresca y poder volver a sus hogares para ponerse ropa acorde al calor imperante.

Finalmente, lo que queremos decir en simples palabras es que prime el sentido común, la empatía. El pensar verdaderamente en el bienestar los alumnos y el personal de la institución. Y que cada decisión se la tome fuera de una habitación con aire acondicionado.

Sin más, la saludamos cordialmente. Y esperamos que nuestra opinión sea tomada en cuenta.