De la radio a la fotografía, cosas que hizo simultáneamente por algunos años, para luego dedicarse a las imágenes y, en un pasaje, a notas para la televisión. Desde Federal, Hugo Barrionuevo lleva casi un cuarto de siglo detrás de cámara. Reproducimos gran parte de la nota que publicáramos en la edición 247 (junio 2020) de ACELERANDO, al celebrarse este 21 de setiembre el Día del Fotógrafo.
-¿Empezaste haciendo radio y enseguida incursionaste en la fotografía?
-Empecé en el febrero del 96 haciendo radio y televisión en Federal, y como consecuencia de conocer a Miguel Angel Rodríguez empecé en la fotografía porque me pidió que le hiciera fotos para la revista ACELERANDO (de Turismo Zonal y Ciclomotores que recorría Federal y los circuitos del norte entrerriano) y le dije que sí. Después vi que era una beta laboral que podía desarrollar sin problemas y desde ahí me expandí.
-Cuando hablás de expandir, ¿fue enseguida nomás?
-Después que cayó el TZ, en el 99 por ahí, empecé a irme afuera en el 2000. Tengo fotos del Salvia, la cosa se fue dando, conociendo gente, uno empieza a charlar y se hace conocer sin querer, empecé a entregar el material fotográfico a nivel provincial, mientras seguía haciendo radio y televisión aquí en Federal, hice dos años en Concordia también televisión. Iba por Canal 5, un programa semanal de una hora que se llamaba RPM. Se grababa los martes, se pasaba los jueves y se repetía los sábados. Viajaba a Concordia todas las semanas, era una productora independiente. Antonio Bachmann me convocó, se hizo dos años y no se pudo seguir. Fue una experiencia muy linda también porque conocí mucha gente de Concordia. En Federal también trabajé con Antonio Bachmann en el programa que yo tenía, Acelerando Motores en Canal 2, una temporada viajaba él a Federal, lo hacíamos en vivo una hora y después se repetía el sábado.
Luego empecé a salir afuera con categorías nacionales como Top Race, TC, TC 2000, Súper Renault, lo que me permitió conocer varios autódromos del país, pilotos de trayectoria y ex pilotos. Tuve la suerte de conocer El Zonda de San Juan, también a Oreste Berta, el “Mago de Alta Gracia”, charlar con él, y eso me permitió hacer la actividad dentro del automovilismo, más allá de la pasión, el respeto, la seriedad y el profesionalismo que se necesita para hacer todo esto.
Después, por cuestiones de tiempo tras 13 años tuve que dejar la radio, un programa exclusivo de automovilismo de media hora con notas, comentarios, estadísticas, y cuando salía a cubrir el automovilismo nacional ya sea en los autódromos de Entre Ríos como los de Buenos Aires, Rafaela, Olavarría, 9 de Julio, el viernes a la noche hacíamos en vivo las notas que había grabado a la tarde.
El programa se llamaba Sport 100 por la FM 100 Federal, que sigue existiendo. Quedé con los amigos de siempre en la radio. Salí como entré, por la puerta grande. Siempre tengo las ganas y el deseo de volver. Hoy la vida me ha planteado que estoy en una etapa laboral pasiva, después de desarrollar la docencia entrerriana en la Escuela Técnica durante 30 años, este 30 de mayo justamente se cumplieron 5 años de mi retiro de la actividad docente. Así que desde entonces estoy a pleno apostando al automovilismo, haciendo lo que hago los fines de semana con el resto de los muchachos, amigos y colegas que hemos formado una verdadera familia dentro de este automovilismo, tanto con los pilotos, dirigentes y nosotros. Y en estos momentos particulares, justamente hablaba con mi señora en la mesa y decía hace más de 20 años casi que no pasaba, tantos fines de semana seguidos en mi casa. Nos toca vivir esto y uno se siente raro, cuidándonos y esperando que esto pase pronto.
-Una nueva etapa, iniciada por entonces…
-Desde 2015 trabajo exclusivamente en el automovilismo, trabajando con las páginas del automovilismo entrerriano y como lo sabe mucha gente que es lectora, consumidora de ACELERANDO, sigo trabajando para esta querida revista del automovilismo entrerriano, que creara Don Miguel, el alma principal de todo esto que sigue adelante. Y yo seguir como colaborador incansable, que uno sabe por las que ha pasado y la revista siempre de alguna manera siempre está presente, así que para mí es un honor forma parte de la revista en la fotografía. En algún momento hacíamos la columna para el TZ, eso era para mí un grato honor y placer.
-¿En estos momentos para que páginas estás trabajando?
-En el 2019 terminé solamente con el TC 850, el año anterior lo había hecho para el TPE 1600, TC Pista Entrerriano y TC 850, y parte del 19 estuve con el Karting Entrerriano, fotos para la página y trabajando también en las notas en los podios para la televisión de la categoría. Así que tengo el enorme placer de decir lo que hago dentro del automovilismo, que es mi pasión, sumado a la gran cantidad de amigos, algunos ya en el automovilismo nacional como el Potito Debrabandere (lo conozco desde que incursionara en el karting con 6 años), el Nico Borgert, el Manu Borgert, que hoy está en el plano internacional, Martín Ponte (que arrancó en el TZ 850 de Federal con apenas 12 años en el 97), hay una historia muy grande en esto. En este 2020 yo arrancaría la temporada 24 en todas esas actividades.
-En tantos años seguramente tendrás para recordar más de un hecho o circunstancia particular.
-Sabemos que esta actividad la desarrollamos dentro del mismo circuito trasladándonos de un lugar a otro, cosa que hacemos bajo el calor, el frío, la lluvia, el barro. Los autos de carrera no tienen bocina, pero sí los motores que suenan fuerte, y uno tiene que estar muy atento porque cuando le da la espalda, a veces, tiene que estar concentrado y tener los oídos abiertos para prevenir cualquier cosa que pase detrás de uno. Por ejemplo, en Concordia estaba trabajando en el centro de la pista entre la recta principal y la recta opuesta, me ha pasado alguna goma que se ha desprendido de un auto a 4 o 5 metros (desde afuera parece más cerca). Otra vez, también en Concordia, se despistó feo un auto, agarró para el medio de la pista, como que me encaró, pero tuve tiempo de sacar alguna secuencia para después ponerla en la página. Otra vez, estaba en la calle de boxes y entra un auto, al momento que se relanzaba la carrera tras retirarse el auto de seguridad, y cuando va doblando se le desprende la rueda trasera y se me vino de frente, alcancé a saltar, pero me pegó en el tobillo.
-Por tu tarea, alguna vez también te subiste a un auto de carrera, recuerdo.
-En el TZ cuando terminaba el campeonato y se hacía una carrera de periodistas y mecánicos. Tuve la posibilidad de subirme al Fiat 600 de Gallegos, de aquí de Federal, y competir en esa carrerita digamos de diversión, con Héctor Heraldo Bradanini, el Huevo viejo como le decíamos, y él corría con el auto de su hijo, el Héctor. Fue linda porque nos pusimos a la par en algún momento con él, tuvimos una pequeña rosadita en un sector bastante rápido que se llamaba la bajada del tobogán, me alcanzó a tocar apenitas la cola del Fiat, suficiente para que entrara en trompo, pero la verdad que la sensación que tuve fue única y nunca más la tuve. Uno lo vio muchas veces, pero esa vez lo sentí verdaderamente. No sé dónde, tengo una foto que me sacaron, atado con los cinturones.
-En tantos años de actividad debés tener un archivo enorme de fotos…
-Desde el 2008 tengo todo digitalizado, todo guardado en la computadora, un tesoro que vale oro. A veces no tenemos idea de lo que significa. En este tiempo de cuarentena me tomé el trabajo de buscar fotos del 2000 para acá y ponerla en mi face, no pensé que iba a tener tanta repercusión, vi que pegó en la memoria de mucha gente. Me alegro mucho porque uno lo hace de corazón.
Tengo otro proyectito dando vueltas y seguramente cuando tenga ganas me voy a poner a hacerlo. Después fueron sucediendo situaciones en el país que ha hecho que cada uno repensara su trabajo. Yo lo hice, porque uno tiene que hacer números y rayas. Vivo en el norte de la provincia y es como si miro la provincia de arriba hacia abajo, moverme significa muchos kilómetros, pero se había puesto bastante difícil, uno sabía que los pilotos, los equipos empezaron a achicar también sus costos y uno vive de esto. Entonces no solamente hay que trabajar en eso y en el material que invierte sino también en la movilidad, la estadía y todo eso a la hora de sumar. Restructuré y pensé voy a levantar un poquito y voy a ver lo que hago. No creo haberme equivocado, después analizaba que quizá me estaba haciendo falta este pequeño parate como para desintoxicarme de tantos viajes, después llegó fin de año, hice un balance, me fue positivo igual.
Hay otra cosa, al ser humano le pasa que llega el momento que debemos mirar no solo lo que hacemos laboralmente sino que debemos también comenzar a darle el tiempo y que se vence algo tan importante como es la familia. Uno a cierta edad piensa y siente eso, cosa que antes no me pasaba. Y ahora a esperar qué es lo que pasa, ojalá que esto pase pronto, que la gente encargada del automovilismo pueda volver a meter el engranaje en su lugar y se empiece a mover todo esto, pero igualmente considero que el año está prácticamente perdido porque se habla que hasta setiembre vamos a estar así y ya va a ser tarde para que el automovilismo arranque.
Uno hablaba con pilotos y dirigentes en cada fin de semana y el tema era qué categoría podía aguantar sin público, así que imagínate si no se permite su ingreso, menos que menos.
Pasa también que cuando dejás de hacer una cosa te empezás a desmotivar, me parece. Y lo económico, ni hablar, es algo que es el cigüeñal de todo sistema para que se mueva.