A fuerza de amenazas y uso de armas de fuego, un clan de Concordia se fue quedando con una gran cantidad de viviendas en un sector cercano al centro de la ciudad, para utilizarlas como búnker para la venta de drogas. Luego de una investigación de la Fiscalía y la Policía, se realizaron 12 allanamientos, detuvieron a los principales acusados, secuestraron armas, cocaína y planta. Entre los arrestados hay un agente del Servicio Penitenciario que hace poco fue denunciado por el director del a Unidad Penal 3.
Según se informó a Análisis, la pareja Federico Peralta y Elena Gladys Flores tuvo un abrupto crecimiento no solo patrimonial sino también en su despliegue para la ocupación territorial en los últimos años. Se fueron apoderando de un sector lindero al Club de Rugby Carpincho y al Club Hípico Concordia.
Peralta, junto a sus soldaditos, amenazaba a punta de pistolas a los ocupantes de numerosas viviendas, familias enteras que con mucho sacrificio lograron construir sus casas durante años. Luego de expulsarlas, ponía gente de su banda para ocuparlas transitoriamente, solo para el negocio narco: para fraccionar, almacenar y vender drogas.
Desde hace unos meses, la Unidad Fiscal a cargo de Daniela Montangie encomendó a la División Criminalística de Concordia que inicie una investigación para establecer cómo era el accionar de Peralta y Flores. La pesquisa enfrentó las dificultades propias de este tipo de causas, donde nadie quiere dar su testimonio debido al temor que infunden sus integrantes a las represalias que ejercen, y que les permitió crecer impunemente en los últimos años.
De la investigación surgió en forma clara cómo el clan Peralta se fue quedando con una manzana entera en la zona denominada “El Triángulo”, compuesta por tres calles en una zona geográfica de clase media, cercana al centro de Concordia.
De esta manera, en la jornada de este martes se llevaron adelante una docena de allanamientos simultáneos ordenados por el juez de Garantías Francisco Ledesma. Se secuestraron dos pistolas calibre 9 milímetros, otras dos calibre 6.35 y una calibre .22. También hallaron cocaína fraccionada y lista para la venta, una balanza de precisión y dinero en efectivo.
Detuvieron a Peralta y a Flores, así como a un efectivo del Servicio Penitenciario de Entre Ríos que presta servicios en la Unidad Penal 3 de Concordia, y es yerno de Peralta. Se trata de Adrián Quintana, quien hace pocos meses fue denunciado por el propio director de la cárcel por el ingreso de droga y celulares al establecimiento.