Un vecino de San Salvador denunció ante la Fiscalía los ataques que viene sufriendo en el frente de su casa y en el lugar de trabajo. Se trata de un productor agropecuario que acercó una carta abierta a la redacción de LA SEMANA, donde además hace mención a la misma agresión que sufre una mujer.
Jorge Ramírez escribió una nota, que junto a Liliana Schullt, vienen sufriendo los ataques y lo relacionan con la venta de drogas.
Ramírez realizó el descargo en una nota que reproducimos a continuación.
“Soy productor agropecuario y mi vida está dedicada al trabajo.
No pensé jamás tener que escribir una carta abierta y publica, pero la impotencia que provocaron los ataques a mi persona me lleva a esto.
Hace tres semanas al levantarme temprano para irme a trabajar me encuentro con todo el frente de mi casa pintado, escrito con aerosol rojo, con frases denigrantes y ofensivas. Esto me llevo a realizar la denuncia penal que está en trámite en la Fiscalía.
Luego, una semana después, al llegar a mi galpón me encuentro con pancartas colgadas en la entrada, pintadas con la misma letra, pintura y con frases denigrantes y ofensivas del mismo tenor que las realizadas en mi casa.
Ya antes había recibido cartas en mi casa y en la casa de mi madre.
Revise las video filmaciones de las cámaras de seguridad de mi propiedad, encontrándome que a las 6,25 de la mañana un “señor” colgaba las pancartas.
Esta prueba también fue aportada a fiscalía y le dio impulso a la investigación. No obstante eso, siguieron los actos cobardes, atacando no solo a mi persona sino también a Liliana Schultz, a quien acusan de vender droga en su casa particular, y a mí me llaman el abuelo narco en redes sociales.
Que pinten mi frente, que cuelguen pancartas en mi galpón, que me dejen cartas, que viralicen falsas denuncias en redes sociales, no es un hecho anecdótico. Es un delito penal, porque daña propiedad privada, porque hostiga y amenaza, porque intenta intimidar.
Las redes sociales dan la cobardía de esconderse tras nombres falsos. Da lugar a velarizar ofensas y sentirse impunes, pero no. No va a quedar en una cobarde anécdota, no va a quedar impune. Es mentira que las redes dan impunidad. Es mentira que se puede decir cualquier cosa y no pagar consecuencias. Quedan huellas, quedan rastros y se los está siguiendo.
No voy a contestar a tan estúpidas acusaciones. A muchos les ha pasado a ser escrachados en redes sociales y saben lo que se siente. Otros sienten que pueden escrachar y salir impunes. No, hay herramientas y las vamos a utilizar e invito a todos quienes son o han sido víctimas de tan cobardes ataques, a no dejarlas pasar como una anécdota”
Agradeciéndoles los saludo y vuelvo a invitar a no dejar pasar ataques cobardes”.