En la edición 246 de ACELERANDO, publicamos la nota que le realizáramos a Dante Torretta, cuya trayectoria se iniciara –con solo 14 años- como copiloto de su tío (Roberto “Pataco” Torraza) y continuara como piloto de la Clase A de TC del Litoral para luego consagrarse campeón de la entonces nueva Clase B. Hijo del recordado “Tano”, de quien heredó la pasión por los fierros, su carrera continuó en TC Pista Entrerriano (con los pilotos que se apartaron de la B de TCL) , donde en cinco temporadas logró tres títulos y un subcampeonato, los dos primeros con el Chevrolet 400 ex TCL y el último con una Chevy, la misma que ya probara Juan Pablo (su hijo), tercer integrante de la dinastía.
En este sitio digital (lasemanaentredosrios.com), del que forma parte ACELERANDO, la nota completa:
COPILOTO A LOS 14 AÑOS
Empecé siendo copiloto de mi tío, de Pataco Torraza, en el 86 cuando TC del Litoral A pusieron los copilotos, hasta ese año no era obligación tener copiloto, tenía 14 años. Mi vieja y mi tía son hermanas, o sea mi viejo y Pataco eran concuñados, por eso la confusión de los apellidos parecidos, Torretta y Torraza.
Mi viejo no llegó a correr con la cupé que tengo en el taller. El primer autito lo hicieron allá por el 78, debutó mi viejo una carrera y después se alternaban con Pataco, uno con el 15 y mi Pataco con el 35. Después Pataco creo que la terminó corriendo, fue el último año de ese autito en el 80 y después en el 81 se lo venden a Solga de Uruguay y hacen la cupecita blanca que ahí empezó a correr Pataco, que ya mi viejo no corría.
PRIMEROS PASOS COMO PILOTO
En el 92 creo que fue, porque yo en el 89-90 hice un autito Clase A también, corrí en Uruguay dos veces, en el Salvia, en Villaguay no pude correr (se había roto el motor) y Concordia el coronación, medio coincidiendo con el auto blanco, donde era acompañante de Pataco. Después quedaban pocos autos, se hizo una reunión y algunos se comprometieron a estar. En una carrera de Urdinarrain, Pataco unos días antes se quemó con un termo el tobillo y tuvo una infección grande, estuvo internado, entonces vino el día de la carrera y me dijo corré vos el auto, el auto tiene que estar sí o sí. Éramos 10-11, fue la última carrera del autito blanco, por eso quedó el 85, le cerramos el 3 y quedó 85 en vez de 35.
Cuando hicieron la peña en el 83, Pataco corría con ese número y por eso quedó Peña 35. Con el 400 corrí con ese número el primer año, TC del Litoral el primer año, después se puso lo de la numeración por ranking. Con la cupé blanca corría Torraza y yo de acompañante, en el 89/90 debuté y corrí 4 o 5 carreras, esa fue toda mi carrera con ese auto.
En la época de las vacaciones empecé hacer un auto para el día de mañana correr yo, tal es así que la primera carrera de ese auto, acá en el Bernardo Molero, le sacamos el motor y la caja el auto blanco y se lo pusimos a ese para que lo corra Pataco para ver como andaba el auto, ya con el Bernardo Molero reformado, un poco más chico, una de las últimas veces, después hice esas cuatro carreras y se rompió, quedó parado hasta que lo compró Licho Romero (actualmente en poder de Aníbal Lado).
INCIOS DE LA B DE TCL Y LA PRIMERA VICTORIA
Yo iba a 2º año, en ese año, me llevó dos o tres vacaciones hacerlo, invierno, verano. Con 17 años debuté en Concepción del Uruguay como piloto. Fueron esas carreras y nada más, después hicimos el Chevrolet 400 en el 94 que hicimos de cero, fin del 94 corrí la primera carrera en Concordia, éramos 5 autos (Viera, Daniel Bella, el colorado Fernández y un Falcon amarillo). El 95 se hizo el campeonato presentación en Urdinarrain, Gualeguaychú, Concordia y Chajarí, donde gané mi primera carrera. A todos los autos los hicimos desde cero en nuestro taller con mi viejo, Pataco y un grupo de muchachos, tanto el casco, como el motor.
Ese año llegó con más posibilidades el Luly (Ponte), que Bolsillo (Viera), que fue subcampeón.
RANCHO APARTE Y MAS TÍTULOS
El Pista Entrerriano empezó en el 99 cuando decidimos apartarnos y acoplarnos a FE y los fititos. En 2001 salí campeón, gané casi todas las carreras. La única que no gané fue el día de la lluvia, a mí se rompe el embrague en la serie y después en la final no corrí.
Con ese Chevrolet me fue bien, terminé con el 3 y gané el campeonato en 2001 y 2002. En el 2004 empecé con la Chevy. Los más bravos eran Carlos Rey, Marcelo Rey, Fuentes, después vinieron Arriaga, Villa, con Marcos Cantoni en 2001 y 2002, Demarchi.
Carlos Rey era bravo en todos lados, arriba y abajo del auto, mañoso. Muchas discusiones, era bravo, maña, como todo. Se corría con toda la astucia, no eran únicamente los 20 minutos de la final, correr en la tierra implicaba mucha maña también, te agarraba un viejo mañoso y te ganaba con medio motor. Corrí mucho en la tierra, en Viale corrí en 2001, en Galarza, Crespo en el 200 (laburaron toda la madrugada en el circuito), Urdinarrain, el Salvia, Chajarí, La Paz en el 82 y en el 92. Me acuerdo mucho más de esos años que de épocas del 400 o de la Chevy.
En 2004 haciendo la Chevy, al motor mi viejo como que me enceguecí a salir campeón, quería ganar a toda costa y al año me cayó el cansancio encima. El 2005 lo terminé apenas, del gran cansancio que tenía, en Paraná y me chocan el 400. Igual pudimos terminar la carrera, remontamos y llegamos cuartos.
Antes de Navidad, me parece, salimos a buscar una puerta para el 400, que nos daba un muchacho, fuimos saliendo el ejido de Villaguay, trajimos dos puertas y cuando volvíamos en la camioneta mi viejo me dice por qué no armamos una Chevy, ya al 400 lo conocemos todo, que va para un lado, para el otro, vamos a armar uno. Vendemos el 400, me dijo, quedó en una charla. Ese mismo día fuimos a ver una en la misma zona y estaba repodrida, no nos gustó, a los dos o tres días me dice porque no lo hablas a Marcos, cambiale la Chevy de él por el 400. Le digo no, como lo voy a llamar al otro, pero llámalo, Marcos te lo va a cambiar, con la calentura que tiene con el 400, como anda y que él lo adora. Me hinchó tanto que lo hablo y le digo te hago una propuesta. No me dice, yo con qué plata, y cuánto te tengo que pagar encima. Pero no, Marcos, mano a mano, mi viejo quiere la Chevy. Pero no, como voy a hacer eso, yo encantado de la vida, pero no puedo hacer eso. Quedó ahí y a las dos o tres horas me llama y me dice: acá hay un muchacho tiene un casco de una Chevy todo desarmado, capaz que te lo vende, te averiguo. Me volvió a llamar y mi viejo vamos y vamos mañana y salimos a buscar los pedazos de la Chevy, ahí empezó la Chevy, el 7 de enero, la armamos y pasó lo de mi viejo, ahí me retrasé, dos carreras que no fui. Si no hubiera sido por eso y por la goma lo ganábamos. La primera carrera, en Uruguay, salí 3º, se me cruzó por la mente mi viejo y me desparramé, que me pasó Villa, en La Clarita ganamos, los robamos, creo que salimos dos veces segundos y las otras las ganamos.
Esa carrera de Concordia fue la única vez en la vida que fuimos con gomas nuevas, lo que son las cosas.
LOS MUCHACHOS SE PUSIERON LA CAMISETA
En 2005 se pudo dar, fue el campeonato que más se resaltó, era muy competitivo. Acá en Villaguay había muchos autos, cuatro o cinco, mucha rivalidad en el pueblo y también había muchos autos buenos de los otros muchachos. Nos ponían peso, nosotros terminamos la última carrera con la Chevy con 120 kilos de lastre, una locura. Nosotros nos pasábamos en la ruta probando para tratar de compensar eso, pero lo hacíamos andar. Hoy no se podría hacer ni loco, ni la décima parte del tiempo tengo para hacerlo. Si no hacíamos eso nos pasaban por arriba los otros, con toda la plata que ponían teníamos un equipazo, éramos 5 o 6 con el auto y otro poco consiguiendo plata, cuando faltó mi viejo (que se encargaba de todo) los demás muchachos se pusieron la camiseta, impresionante lo que se hizo en esos dos años. Desde el 92 que nos juntamos todos los jueves hasta el día de hoy nos juntamos a comer asado. Dijeron no está tu viejo, nosotros te vamos a ayudar, o sea se pusieron las pilas todos: con Raúl Challiol, Luis Mendoza, Ariel Sosa, Danilo Ocampo, el Bicho Enrique, Héctor González, Martínez y Hugo Budino.
-En 2005 los pilotos de Villaguay ganaron todas las carreras, menos la última, en la que saliste 3º.
-Sí, esa vez dije nunca más corro. Aguantarse para pasarlo, tenía para hacerlo, pero por las dudas que si me chocaban perdía todo. Y si eso pasaba ahí me ganaba Esteban (Retamar) que había llegado con posibilidades ese año, yo me daba cuenta que lo llevaba por encima, pero venía levantando. Uno tiene sangre y cuando estás corriendo es feísimo eso. Pelear el campeonato es una cosa y ganar carreras otra, es mucho más divertido intentar ganar la carrera que cuando tenés que pelear un campeonato o definirlo. Cuando tenés posibilidades ya las últimas dos o tres carreras tenés que pensar un poco para no tocarte o no abandonar.
-¿Eso te hizo dejar o ya lo venías madurando?
Ya venía cansado, ese entretiempo entre la serie y la final se me hacía larguísimo, pero me parece que todo el cansancio se me vino del año anterior, yo no dormía tres horas por día, del taller al trabajo, está con mi vieja, al auto de carrera le dedicaba más horas que nunca. Yo sentía que era tal el cansancio, que tenía hasta miedo de pelearme con mis propios amigos que me estaban ayudando y les dije, pero me decían corré, descansa ahora. No, les dije, yo voy a descansar estos dos meses y después en la primera carrera vamos a estar igual. Yo los quiero seguir teniendo de amigos, no pelearme por un problema mío y por cansancio.
Aparte uno como piloto como expectativa tenés que tener expectativa para correr y yo digo tenés que ir cambiando de categoría y más si vos tenés posibilidades de andar bien, de ganar, tenés que empezar de allá atrás en otra. Entonces vos tenés esa llamita encendida. Cuando estás siempre en lo mismo llega el momento que te aburrís.
Hay muchachos que le hacen el auto y va el domingo a desestresarse, yo trabajaba toda la semana y corría tratando de no romper nada porque lo tenía que arreglar yo, es una cruz que tenés arriba.
-¿A esa altura ya había nacido Juan Pablo?
-Juan Pablo es del 2003, subí al podio en La Clarita (FOTO) me parece, Uruguay y Paraná.
Yo quería que cuando elija un deporte, a cierta edad. A los 5 años cuando hicimos el circuito yendo para Domínguez en 2006-2007 le armé un karting para que dé vueltas. Después le dije, no, ni loco me dijo, y se largó a llorar.
Después cuando hice el auto de Alfaro o de Pellenc, le pregunté si quería correr, yo dejo los autos, no quería saber nada de líos, y una de esas veces me di cuenta que no solo le preguntaba sino que también lo presionaba y ahí me callé la boca. Después él solo cuando pensé que había desistido, hicieron el kartódromo acá, la primera carrera –que fuimos a ver- me preguntó si le podía armar algo para dar unas vueltas y ver cómo era y ahí empezó.
Y ahora, con el auto mío, le dije a fin del año pasado qué íbamos a hacer, si seguís en el karting tenés que pasarte a la Inter porque en la Inter Light con cinco karting no vas a aprender nada, o seas vas a tener que pasarte a la otra y pelear de abajo. Para eso vamos a tener que cambiar el chasis, el tuyo está muy baqueteado. No me dijo, vamos a dejarlo así y corremos como mucho en el 150, no te pongas en gastos. Quedó ahí, lo vi medio inclinado como para dejar. Después fuimos a correr a Paraná a correr el coronación del zonal y a la vuelta dijo no, vuelvo a correr en esto, es mucho más lindo, vamos a correr en 150 el año que viene
A fin de enero me preguntó si le armaba la Chevy para probar, después quedó entusiasmado, estamos desesperados, para intentar un poco más domar el auto. Está embalado, te das cuenta por las cosas que hace durante el día, el simulador y esas cosas.
LA EXPERIENCIA CON GERMÁN HOET
En 2011 y 2012 corrió con Germán que estaba en el karting con 16 años, Sergio (Hoet) me habló. A veces uno lo piensa, no lo hace y se arrepiente, estaba embalado, pero estuvo esos dos años medio contenido, que no podía salir, conoció la joda y no quiso tener más el compromiso de ir a probar correr, no le quisimos insistir, lo dejamos vivir esa época.
Lo agarramos demás chico o ya tendría que haber sido medio Retamar e insistirle, insistirle, presionarlo, no dejarlo salir y llevarlo, pero más allá que uno sea fanático tenés que dejarlo vivir su época.
EL APOYO DE LA MADRE A JUAN PABLO
Con Juan Pablo la madre lo apoyó siempre, cuando salía el tema que corra en auto era la primera que quería, no quería que corra en la Inter, cuando largan parece que son unos aviones, lo ve más seguro en auto. La madre no sé si es más deportista que todos nosotros. Ella estuvo en el basquet antes y ahora con la gurisa en el patín, le gusta acompañarlos a los dos. En eso es repiola, debe tener un poco de cagazo, pero en el karting, te digo. Ahora cuando fuimos a dar esas vueltas en la Chevy, estaba super tranquila y mucho más contenta y conforme, lo debe ver diferente.
Si bien puede aparecer una botella de vino, estás entre amigos que es lo más rescatable de este deporte. Antes se peleaba la barra, ahora no se ve más eso, ahora se juntan para divertirse o tomando un fernet.
PREFIERO IR A VER UN ZONAL
Los domingos voy a las carreras, cuando mi gurisa compite en patín no puedo fallarle, si no vamos al provincial, a las de afuera no voy más, si voy es a pasar con mis amigos, antes iba mucho porque nuestros autos estaban cerca y aprendías. Como cambió tanto es muy poco lo aprovechable, prefiero ir a un zonal, siempre íbamos a buscar gomas para el 400.
LOS CAMBIOS REGLAMENTARIOS NO LE HICIERON BIEN AL TCPE
El reglamento desde 2015 o 2016 no lo leí más, este mes y pico lo he estado leyendo, si bien lo básico está igual, cuando se hizo la categoría la idea fue que vos te puedas armar el auto en tu pueblo con lo que consigas, siempre tuvimos esa mentalidad, al reglamento lo hacía la categoría, no peleábamos en las reuniones, pero lo manejábamos los pilotos. Se le entregó el reglamento a la Federación cuando estaba Eduardo Alba, a César (Pelenc) siempre le digo que los sucesores que tuvo no le hicieron bien a la categoría. Con los pistones corrías años, pero no podés poner todo especial, vos le podés permitir la caja de cambio, pero resulta que el que no puede comprar pierde la carrera y el que tiene te la arruina.
Yo corrí siempre con bielas originales, en 2004 salieron las especiales, en ese momento eran $ 8000. Ahora los que compraron esa biela la dejan liberada, que hacés con la plata que gastaste, nos tienen cuidado, no miran las consecuencias y dejó de ser competitiva.
El TC del Litoral lo estuve mirando y está más pareja y mejor el reglamento, no hace diferencia con el que tiene plata. Ahora cambiaron la relación, porque estaba medio libre, el motor de Correa volaba y si lo querían correr rompían.
MAS CERCA DE TCPE
Hoy por hoy estamos más cerca de correr en TC Pista, tenemos el auto listo, pero somos conscientes que hay que trabajar mucho para ser competitivo. Para el TC del Litoral le sacamos los pontones, cambiamos las llantas y somos más competitivos. El Pista veo que Reynoso corre levantando la pata. No tendría problemas en correr en una u otra, el TC del Litoral lo vivimos en sangre propia, hasta que llegas a 4º no hay problema, después empiezan a aparecer problemitas, el Pista (1600) tiene otra forma de pensar, son muy soberbios.
AFILANDO LA CHEVY
Ahora terminamos el auto con lujo y detalle, a Juan le gusta, lo alineamos todas las tardecitas, hace la tarea y viene, estamos hasta las 9 o 10. Acomodamos la butaca, queríamos poner las cosas a gusto de él, no me quería imponer yo, cuando fuimos a Paraná pidió que le corra la butaca.