Contratos truchos: La pericia que dio positivo y puede destapar un escándalo

Los últimos cuadernos que se secuestraron y fueron peritados revelaron que la letra es del tarjetero estrella, Hugo Mena. La documentación hace referencia a un período legislativo que no está siendo investigado y que en la Justicia no pueden explicar.

La causa de los contratos truchos en el seno de la Legislatura ingresa en una nueva nebulosa. Además de las que ya existen. Toda prueba que aparezca para complicar la situación de los implicados entorpece la cotidianeidad en los tribunales. En este proceso sucede algo impensado: es preferible que no florezcan nuevos elementos probatorios para el bien de todos.

La semana pasada se conoció el resultado de una pericia fruto de un hecho inquietante. Se trata de cuadernos secuestrados en el domicilio del tarjetero Hugo Mena y 26 hojas que un desconocido dejó en una caja en la puerta del estudio del abogado Milton Urrutia. La información plasmada en esos papeles son altas y bajas de monotributos, tickets de pago de AFIP y ATER durante el período 2007-2011 inclusive.

Lo que determinó el perito Ángel Iturria -según supo Página Judicial– es que toda esa documentación (cuadernos y hojas) fueron escritos por el propio Mena. Por primera vez los fiscales Ignacio Aramberry y Patricia Yedro se encuentran con documentos que refieren al período legislativo en la Cámara de Diputados que precisamente no está siendo investigado y que a un año de la causa no pueden explicar por qué se hizo el recorte. En rigor, sí lo han explicado. La respuesta ha sido contundente: “No hay información”.

En torno a la documentación que involucraría a la gestión de Jorge Busti al frente del cuerpo legislativo se pueden hacer lecturas políticas que tocan las fibras más sensibles del poder real. Una operación del propio Mena para involucrar al ex gobernador en toda esta trama puede convertirse en una bala de plata para los abogados defensores. Mientras más responsables políticos queden involucrados (hasta ahora no hay ninguno), más posibilidades tienen los letrados de negociar. Los familiares de Mena, por ejemplo, rechazaron penas condicionales.

En caso de que sea una operación de Mena, se la puede desbaratar con una pericial de oxidación de tinta que determine cuándo fueron escritos los cuadernos recientemente peritados, es decir, los que secuestraron del domicilio del tarjetero y lo que apareció en el estudio de Urrutia. Saber si las anotaciones fueron en 2018 o 2019 develaría una maniobra para entorpecer la investigación. De ser de 2008, 2009 o  2010 se estaría ante un nuevo escándalo.

El misterio en torno a ese período legislativo que se recortó de la investigación encaja perfectamente en la novela policial. Días antes de los hechos narrados en los párrafos anteriores, se produjo un robo de 1.227 cheques emitidos por la Legislatura cuando eran trasladados de un depósito que el Bersa tiene en Santa Fe a Paraná. Esa documentación había sido solicitada por el Ministerio Público Fiscal para ser analizada. Él, los, las o les ladrones sólo incautaron una caja de las 12 que trasladaba la empresa AZ Administración de Archivos, contratada por la entidad financiera. Justo la de los cheques. Una genialidad.

El insólito episodio abre unos cuantos interrogantes. ¿Cuántas personas sabían del traslado de la documentación y quiénes conocían la hoja de ruta que seguiría el camión que trasladaba las cajas? ¿Es posible que alguien haya filtrado esa hoja de ruta? ¿A quién beneficia la desaparición de esa documentación? El robo se habría producido el 19 de julio, pero la denuncia se presentó recién cuatro días después. ¿Por qué la demora? ¿Qué responsabilidad le cabe al Bersa por la desaparición de documentos sensibles para una causa judicial que debía estar bajo su esfera de custodia? ¿Cuál es la responsabilidad de la empresa que guardaba los archivos?  La causa judicial sobre este hecho está muerta, según pudo determinar Página Judicial, porque los autores son desconocidos.

Mientras la Justicia se perfila para determinar el monto substraído de la Legislatura durante el período 2008-2018, la literatura y la cinematografía no deberían darse el lujo de dejar pasar este momento creativo que los actores de esta trama regalan a diario.