El estado de la ruta 38, que conecta a San Salvador con Ubajay, es cada día más calamitoso. Habilitada en marzo de 2017, pero nunca inaugurada, solo unos meses después comenzó a deteriorarse, delatando el mal –sino pésimo- trabajo de las empresas que se encargaron de su construcción, quizá –o seguramente- con la complicidad de los funcionarios encargados de dar por aprobada la obra.
Ante la imposibilidad de solucionar definitivamente el problema, todo se tapa con broza.
La permanente aparición de baches, algunos convirtiéndose en verdaderos cráteres, llevaron a catalogar a la 38 como “La ruta pirata”, en alusión principalmente a la gran cantidad de parches que se le aplica discontinuadamente, término –pirata- que también cabría para aludir a la corrupción que habría existido en la “construcción”.
La dimensión de los pozos es tal en ciertos casos que estamos ante inminentes accidentes, que en el peor de los casos podrían causar hasta la muerte de algún automovilista o acompañante. Puede parecer exagerado, pero a veces solo así se puede alertar o llamar la atención para que todos los usuarios de la ruta 38 tomen dimensión de lo muy peligrosa que se ha convertido, en especial en horas de la noche, cuando solo a pocos metros se pueden ver esos cráteres.
Atención que por sí mismos deberían prestar los funcionarios encargados del área, sin necesidad de ir detrás de un comentario público como éste u otro que los ponga al tanto de la cada vez más riesgosa situación. Mientras eso no ocurra, sin que se estén dadas las condiciones de seguridad para que el tránsito sea normal, estaremos a las buenas de Dios.
A todo esto, ayer se procedía a tapar unos pocos sectores con broza, otra solución provisoria ¿para siempre? que deja al descubierto, una vez más, la nula seriedad de quienes –empresa y/o funcionarios- tienen a su cargo esta nueva “reparación”. La Semana – Edición impresa.
La nueva moda: lo tapamos todo con broza
Parece que la moda de estos tiempos es tapar todo con broza.
Ahora, a la desidia que se observa en las rutas de la corrupción en la provincia, y de calles de nuestra ciudad, la terminan tapando con broza.
A un paso de suceder una desgracia, después de infinitos reclamos de los vecinos de la zona, y de tapar los baches que vuelven a reaparecer con más fuerza, se tomó la drástica decisión de tapar todo con broza.
Tal vez la idea de taparlo todo con broza la tomaron de lo que hicieron en la ruta Nº 23 que une Jubileo con Villa Elisa.
El ingreso a Barú y su respectiva rotonda son otro desastre y como pueden ver en las imágenes de LA SEMANA también todo se tapa con broza.
