Ayer anticipaba el intendente de San Salvador, Lucas Larrarte, que habría cambios en el gabinete, teniendo en cuenta el pobre desempeño en las elecciones PASO, a pesar de haber sido el ganador. La pérdida de más de 2000 votos hizo estallar una situación interna del municipio que viene con muchos cuestionamientos de parte de los vecinos.
El Secretario de Desarrollo Social, Matías Ramallo, es el primero en renunciar, a pedido del propio intendente. Lo hizo después de los resultados en las Paso que ponen en gran peligro la continuidad de Larrarte después del 10 de diciembre.
Ramallo estaba envuelto en numerosos comentarios por la gran repartija en acción social. Nada nuevo bajo el sol decían los conocedores ante cada elección. Se repartieron órdenes de compra sin control, entrega de chapas, colchones, frazadas, alimentos (y la boleta en el medio), etc., y a nadie se le negaba nada porque había que ganar las elecciones.
Incluso, se sabe que mucha gente recibe las dádivas y luego procede a vender los productos regalados con la plata del pueblo.
A poco de conocido el resultado el ahora opositor Hugo Berthet, nos decía y “ahora como van hacer. Gastaron fortunas para esta elección. De donde van a sacar plata”, entendiendo que se utilizó el municipio como caja del oficialismo para hacer la campaña.