“Coco” Bentancourt y una vida llena de recuerdos con Sportivo, Nuevos Rumbos y Petroleros

Nuevos Rumbos y Petroleros no solo están unidos por los colores que le dieron continuidad, sino también por muchos nombres que terminaron una etapa y empezaron otra. Este es el caso del Coco Bentancourt, que fue uno de los destacados jugadores de Nuevos Rumbos y luego artífice del Petroleros de los 70/80.

Su paso por el deporte le dejó innumerables alegrías y anécdotas que nos cuenta en esta nota con LA SEMANA. Desde chiquito empezó su fama como mascota de Unión, pero terminó jugando para el clásico rival, Nuevos Rumbos, desde donde lo convocaron para sumarse al equipo.

Era de familia humilde y “en los vestuarios de Sportivo me bañaba con agua fría antes de irme a mi casa”, recordó Coco, quien dijo que “a veces no teníamos ni para comer. Pero al fútbol y al básquet le debo mucho por la gente que me ayudó, tanto de Nuevos Rumbos como de Sportivo.

 

SUS INICIOS

Empecé a los 7/8 años en Sportivo con el básquet en la época que dirigían el Negro Ruíz Díaz y Galván. En esa época jugaba en mini y premini con el Yeyi Bidogni, Fleischer, Carlitos Tamayo, Bejarano, Aldo y Tito Rodríguez, Taco Cáceres. Siempre jugábamos al básquet los sábados y los domingos al fútbol hasta dos partidos.

En el fútbol jugaba en los poteros, donde se armaba un partido ahí estaba. Jugábamos en un terreno baldío donde hoy está la casa de los Brouchoud. Ahí se juntaban Edmundo Segón, el Tito Parodi, el Lolo Díaz Vélez, el Bepo Malarín que ponía la pelota, Jorge Escobio, estaba Camambé Troncoso que era un espectáculo como jugaba. Después iba a jugar en lo que fue la cancha de Unión con los Torrez, y teníamos un equipito con Paco Morínico, Adolfo y Pirulo Torrez, Alfredo Cáceres. Jugábamos contra el equipo de los Gómez: el Diego, el Clavo, Chijete Dekimpe. Los partidos siempre terminaban en pelea y nosotros arriba de la vía, tirándonos piedras, recordó.

 

DE MASCOTA DE UNION A JUGAR EN NUEVOS RUMBOS
Coco 2

Siendo chico fui mascota de Unión cuando Maciel era el arquero, Coti Negrete, el Torta Silva, Cacho Donata, entre otros. Estaba Fernández, el padre de Toto, que vivía enfrente a la Escuela 25, sobre calle Rocamora, y el arreglaba las redes y conseguía las pelotas y me regalaba alguna pelota vieja. Después Raúl Monzalvo y un señor Casse me regalaron la camiseta de Unión que la hizo la madre de Raúl. Así me transformé en la mascota del equipo. Iba a la cancha y peloteaba un rato, y cuando se armaba el partido me mandaban de bostero. Iba todos los días hasta que un día, a los 14/15 años, en una esquina estaba el Lalo Corsini con Valerio González y me dicen: “che cabezón querés jugar en Nuevos Rumbos”. Y les pregunto si era cierto que iba a jugar. Sí, si me respondieron. Eso fue un martes, y el domingo jugamos contra Unión me dijeron. Yo jugaba de volante y ese día jugué en la reserva y Fernández era el full back de Unión y lloraba porque no lo podía creer. Y así empezó mi historia y a Nuevos Rumbos lo llevo muy adentro, cuando escucho hablar de Nuevos Rumbos se me pone la piel de gallina.

De Unión nunca me invitaron a jugar. Lo mismo le pasó a Canilla Cáceres, que le dieron la camiseta y antes de entrar a la cancha se la sacaron y no lo pusieron y también se vino a Nuevos Rumbos. En ese momento la familia Monzalvo me quería comer vivo porque no podían creerlo y todavía me acuerdo cuando me llevaban caminando por la Avenida Malarín para probarme la camiseta y fui mascota del equipo.

Cuando estaba por cumplir los 16 años, Nuevos Rumbos iba a jugar a Villaguay y yo iba a todos lados. Fuimos en el colectivo de Cracco y yo llegaba caminando cuando Lolo me dice Coco andá a buscar los botines porque el Coco Lagos, que era un jugadorazo, no iba porque no le gustaba viajar, entonces fui y ese día debuté en primera, recordó Bentancourt.

En Nuevos Rumbos siempre jugué de 8 hasta que se terminó el equipo. Yo empecé cuando tenía una camiseta de Vélez y solo iba a los picados, donde estaban el Zorro Novelli, Bochón Lagos, Silva, el Negro Cruz, enfrente a donde hoy está hoy la redacción de “La Semana”.

Me acuerdo cuando Nuevos Rumbos inauguró el sistema de iluminación donde se hizo un torneo que ganó Sportivo, yo jugué para Sportivo que lo integramos todos los de Nuevos Rumbos y Poroto Gómez que era de Unión. Atajaba Carlitos Tamayo, jugaban José Puede, la Lora Lambert, Pocho Gómez, Aldo Rodríguez, Edel Blanc, Bochón, Maravilla Cruz.

En esa época había muy buenos equipos como Ubajay, G. Campos, Colonia Vázquez.

La Lorita Lambert fue lo más grande que vi en el deporte. Donde lo ponían, jugaba. Hasta de arquero se lució. Jugaba a todo y siempre te ganaba, tenía algo especial, y se sabe lo que fue en el fútbol y en el básquet. En el fútbol jugaba con inteligencia y ubicación: se movía 5 metros para cada lado y con una calidad tremenda.

 

LOS CLASICOS

Los clásicos se jugaban a cancha llena. Los autos estaban contra el tejido toda la vuelta. La gente arriba de los autos. Después de esa época no vi otro clásico que se viva con tanto entusiasmo y como se llenaba la cancha con todo San Salvador. Siempre fue así con Nuevos Rumbos-Unión y con Petroleros-Unión. La rivalidad solo era en la cancha porque después afuera éramos todos muy amigos.

 

LOS MEJORES JUGADORES

Además de la Lora Lambert destacó a Quiquillo Gómez (Unión) que era el cerebro y se asemejaba a Madero (Estudiantes de La Plata). Era un señor y tenía una inteligencia bárbara para jugar. También Toto Fernández. En Nuevos Rumbos, además de la Lora, lo teníamos a Bochón que le tirabas la pelota a la tribuna y hasta ahí la corría.

Un día jugando contra San Lorenzo en Villaguay, tiramos una pelota adelante, que pegó en el palo del córner, pero Bochón la corrió igual y la recogió e hizo el gol. A la zurda la tenía solo para caminar, pero después tenía una entrega tremenda.

 

EL FRUSTRADO PASE A NEWELL’S

Coco Bentancourt nos dice que tuvo la posibilidad de jugar en Newell´s. Se probó y quedó convocado para incorporarse a la 4ª división, pero su pase se frustró porque su madre no lo dejó, por pedido del rector del colegio, que era su tío.

“Fue a los 18 años, cuando se hacía una Fiesta del Arroz y viene un señor que era de la Cooperativa de Rosario y junto a Nito López, que era el gerente de la Cooperativa Arrocera que estaba en Nuevos Rumbos y lo fue a ver en un partido a Bochón Lagos. Ese día jugamos con Domínguez y la descocí”. Entonces le dijo: “En vez de llevar el 9, llevamos el 8. Este hombre me llamó, un tal Topón, que era cuñado del Dr. Nenay Najenson. Me llama y me dice que le dijo a López que te lleven a probar, pero lleva tus botines. Cuando llego el Dr. Najenson, que era familiar del representante de la Cooperativa, me dice: “Usted acá va a venir a estudiar y trabajar porque cuando esto te sirva (por el fútbol) lo van a atender, pero si se lesiona, no le van a dar más bolilla”. Ya sabía que mi mamá era empleada doméstica y de familia humilde. Cuando volvía a San Salvador, mi mamá tenía que firmar el pase porque yo era menor de edad. Ricardo González, que es mi tío, rector del colegio, le pidió que no firme. Entonces yo me fui de casa adonde trabajaba Titilo Berguñan en el telégrafo. Ahí estuve una semana y no iba al colegio porque no me firmaban el pase. Después de Newell´s me mandaron a buscar varias veces con Abraham Onix, y a pesar de la insistencia no pude ir”.

Después volví al colegio porque Sportivo jugaba un torneo con los uruguayos, entonces el Flaco Barsi fue al colegio a pedir que Pedro (Suen), el Aldo (Rodríguez) y Edel (Blanc) salieran antes.

Ricardo González los autorizaba con la condición que me convencieran para que vuelva al colegio. Entonces charlamos y eso me cambió la vida y volví al colegio para que ellos puedan salir para jugar.

 

LOS RECUERDOS DE SPORTIVO

Coco SSS

En Sportivo también empecé a jugar desde muy chico. Hay algunas fotos de esa época. Cuando me pusieron en el equipo de primera tengo una anécdota de una final en Concordia donde jugamos contra Paraná. En un momento entró yo y robo un par de pelotas y convierto dos dobles de cortada. Entonces en la transmisión Bradanini dice: “Entró Bentancourt y como cambió Sportivo” pero enseguida el comentarista le dice: “atención Bradanini”, sí que pasa le pregunta; “Hay cambio en Sportivo”, ¿quién sale? Bentancourt.

Después en otro campeonato en un entrerriano que jugamos en Paraná y nos ganó por 4 puntos. Jugaban Carlos Pandiani, Pedro Suen, la Lora Lambert, Aldo Rodríguez y yo, y el técnico era Beda Santos. Jugamos todo el partido sin hacer un solo cambio. En Paraná jugaban Gastaldo, Zuttión, Castro, Canario Cipriani, tenía dos equipos de primer nivel, y nosotros éramos los 5 con mucho corazón. Para nosotros fue un partido imborrable.

Después jugamos en Rafaela cuando estaba Daniel Oliva, un jugador que no veía el aro, pero en la zona he visto a pocos como manejaban los espacios debajo del aro. Jugamos contra Almagro de Esperanza, y entre ellos estaba Chocolate Raffaelli, y siempre perdíamos ahí nomás y éramos los campeones consuelos.

Después teníamos el equipo del Colegio Pancho Ramírez, donde jugaban el Aldo, Pedro, Edel y yo. En Concordia nos invitaron a jugar la copa del Río Uruguay, pero González que era el rector no les daba el permiso a Pedro y Oclides Blanc porque estaban sancionados, y había otro chico (no recuerdo el nombre) pero era hijo del contador del banco y había sido campeón de atletismo, entonces lo llevamos y lo entrenamos para que se colocará debajo del aro y saltara porque tenía un estado físico impresionante y se la diera al que estaba más cerca. Fuimos y ganamos el campeonato al derrotar a dos colegios de Concordia y Colón.

El hecho lamentable de ese torneo fue que a la vuelta hubo un accidente donde González, el rector del colegio, Ricardo Tolkachier, Oscar Fleischer y Macor, que venían en el mismo auto, chocaron en la ruta un acoplado que estaba estacionado. No pudimos festejar el torneo.

Después fuimos a jugar otro torneo a la Fraternidad en Uruguay que le ganamos a Uruguay donde jugaban varios de Rocamora, y a un equipo de Rosario, y perdimos la final con Paraná que tenía a Maradey, Cipriani, Mencías y otros más.

 

EL PASO A PETROLEROS

Coco 3

Después me sume a Petroleros. Un día estaba en lo Lambert, en lo del padre de la Lora en el taller donde estaban las pelotas, las camisetas, las banderas. Yo me llevé para Petroleros las redes, la camiseta y las banderas, y así me sumé. Yo tenía un poco más de experiencia y aunque decíamos club, éramos una barra de amigos que nos juntábamos a jugar a la pelota en la cancha donde con cachetes de eucaliptus habíamos hecho una cantina y vestuarios.

Recuerdo de esa época a Cachilo Pralong, Zambrano, Carlitos Giacopuzzi, el Negro Cruz, Coco Alcides, César y el Beto Suárez, Tito Blanc.

En mi casa teníamos la sede de Petroleros porque ahí nos juntábamos. Mi señora lavaba las camisetas, yo marcaba la cancha, después fuimos mucho a Villaguay. Cuando decidimos ir a jugar con Petroleros ganamos tres campeonatos. Uno como jugador, donde estaba el Cabezón Segovia que era el 5 nuestro, y Evaristo Díaz un chico humilde pero muy bueno. Después como técnico ganamos dos campeonatos porque dejé de jugar a los 34 años y seguí jugando en reserva donde me divertía, donde lo sacamos goleador al Tula Santos.

En Petroleros dirigí a grandes jugadores, recordó, mencionando al que considera el mejor equipo: el Mono Melgar en el arco; Tatán Morínico, el Sapo Zapata (un gran tiempista), Cachile Petit y Paleta Sillen; en el medio el Lucho Iribarren, el Perro Morínico, Chiviro Yeri; arriba el Cancho Gerard, Voltolini o el Gringo Mohr y el Girja Gerard. Un equipazo, agregó Coco Bentancourt.

 

UN GOL CON EL CABLE

También recuerdo que ganamos dos copas importantes con más de 20 equipos. Una de esas con Petroleros, que se jugó en Baylina, le ganamos al local. Decíamos que le ganamos con un gol del cable porque se jugaba también de noche y Pocho Lambert era el que colocaba los grupos electrógenos y hacía el tendido de los cables y colocaba los focos. Pero la final la jugamos de día, le ganamos a Baylina 2 a 1 y le hicimos un gol con el cable porque una pelota que fui a buscar al área vi que iba a pegar en el cable y se desvió y entró por atrás de Chito Pralong que era el arquero. Tanta fue la polémica que ellos le hicieron una consulta a Orcasitas de El Grafico que les dijo que el árbitro tendría que haber invalidado el gol y cobrado indirecto.

Por ejemplo, cuando jugábamos para la selección de Villaguay después nos íbamos a la estación de trenes de Villaguay. Esa selección eran la mayoría de Nuevos Rumbos con Jorge Andino, el Lebo Acevedo, la Lora, yo, y tres de Sargento Cabral, entre ellos un tucumano y otro al que le decían Betún y era un fenómeno.

 

LOS CLASICOS CON UNION

Además, recordó que Unión, que lo dirigía la Lora Lambert, necesitaba de la ayuda de Petroleros para ser campeón, nosotros teníamos que ganarle a Policial en San Salvador y fueron a pedirnos que no nos entreguemos, más allá de la rivalidad que había. “Al final del primer tiempo Policial nos ganaba 1 a 0 y después le hicimos 5”. Al año siguiente, en la última fecha jugamos con Unión y teníamos que ganarle para salir campeón, y era lógico que arreglamos el partido. Ellos lo tenían suspendido a José Puede y lo pusieron para reclamar el partido, pero igual le hicimos tres. Ese día y en todos los partidos Chiviro la descoció. Cuando lo pusimos en primera con Oscar Morel las piernas de Chiviro parecían una bombilla, pero fue un gran jugador.

De esa época también resaltó al Mickey Monzalvo, “de diez veces que te enfrentaba 8 te hacía el gol”.

 

EL FINAL

Después me fui de San Salvador y al poco tiempo Petroleros se disolvió y me dio una pena bárbara, pero ya pasó, dijo con nostalgia el Coco Bentancourt, que luego jugó un tiempo en Belgrano de Curuzú Cuatiá, en Barriales en el Valle de Calingasta, después en Pringles jugó al básquet y al fútbol. También dirigió en Pérez Millán, en la Liga de San Pedro. Entrevista de Fernando Rodriguez.