“El martes 28 de febrero, convocado por Federación Agraria Argentina, se realizará una asamblea en el cruce de la ruta 90 y la autopista Buenos Aires – Rosario.
El presidente de la entidad que nuclea a los pequeños y medianos productores, Carlos Achetoni dijo que en un momento tan extremo “casi ninguno de los anuncios que ha realizado el gobierno se ha cristalizado, lo cual genera aún más incertidumbre y en esa vía van a ir los discursos del martes 28. Desde lo coyuntural, la difícil situación, el hastío de la gente de haber puesto el hombro con las retenciones por más de 20 años. Por otra parte, vamos a hacer una interpelación a todo el arco político, por la falta de políticas públicas, la indefinida presión tributaria por los derechos de exportación que se deben retirar, la dualidad cambiaria que debe ir hacia una unificación, también formular un seguro multirriesgo para que estos baches productivos estén garantizados y de esa manera, el productor pueda seguir en su rubro”.
La sequía
Achetoni mencionó que “hay que remontarse, como mínimo 60 años atrás, para encontrar un clima tan adverso, aunque en aquellos tiempos no existían las retenciones, tampoco la presión impositiva de los productores que hoy trabajan la tierra, menos que menos dualidad cambiaria, por lo que sobrellevar una crisis climática es mucho más difícil. Tenemos un 40% de pérdidas de maíz que puede ascender a más dependiendo de las lluvias para adelante, con lo cual pone en duda la disponibilidad y la transformación de proteínas en carnes”.
Señaló que “el clima ha sido hostil a los intereses de los productores en los últimos tres años. Se han dado heladas tardías, desde agosto hasta noviembre, además provocó que se malograra la campaña de primera del maíz y de soja. Por otra parte, días atrás, algo increíble, en vastas regiones del país tuvimos heladas tempranas. Todas las producciones padecen este fenómeno climático a la cual no es ajeno la ganadería. No hay pasturas, las aguadas, cursos de agua se secaron, la hacienda ha sufrido un deterioro importante por lo que los índices de preñez bajaron considerablemente y la zafra de terneros va a ser menor a la de años anteriores”.
El dirigente afirmó que “nadie tiene la culpa de que vengamos afrontando un clima cada vez más adverso en los últimos años en un país con una potencialidad única, aunque desnuda la falta de políticas públicas hacia el sector”.
La asamblea general será el próximo 28 de febrero, desde las 8 horas, en el cruce de la Ruta N° 90 y la autopista Rosario – Buenos Aires, a la altura de Villa Constitución. “El lugar se eligió porque en la zona los productores vienen sufriendo un castigo muy fuerte, la sequía en otros años en algunas regiones no fue tan dramática como ahí. Llevan tres años errando campañas en una situación que pasó todo límite. Vamos a expresar lo que viven estos productores además de lo que pasan todas las producciones en distintos puntos del país”.
Producción de frutas
Consultado sobre la producción de vid, Achetoni, quien es mendocino, señaló que “se está atravesando un año muy malo con granizadas, heladas, los precios no acompañan con una dualidad cambiaria que provoca que internacionalmente no podamos competir porque tenemos un techo en dólar que es el oficial y cuando vienen desde otros países con producciones al nuestro se llevan dólares que traducen al oficial y nos dejan fuera de la cancha”.
Referente a la suerte de los citricultores entrerrianos señaló que “las condiciones que impuso la sequía con olas de calor, un riego que no alcanza, han contribuido a que la fruta no se desarrolle normalmente, queda chica, y no es lo mismo que vaya a consumo, dado que los precios son totalmente diferentes, perdiendo el chacarero en su rentabilidad drásticamente. Se producen distorsiones en donde el productor recibe muy poco llegando a la góndola a un precio mucho más alto que uno nunca pudo corregir ni entender porque es tan alto el desfasaje que de alguna manera prohíbe el consumo a la gente por el alto valor de la fruta y al productor poder insertar lo que tanto trabajo le demanda en la quinta”.
Sobre los productores del Alto Valle de Río Negro y los limones en Tucumán expresó que “la transversalidad que tiene el efecto que genera la dualidad cambiaria golpea a todos los sectores. En el caso de la manzana y la pera tiene la competencia de Chile con el ingreso de fruta de ese país. Lo que traen se traduce al precio oficial del dólar, desplazando al productor argentino de ser competitivo, cuando lo que se hace en nuestra nación es de muy buena calidad. Lamentablemente, continúa, año a año baja la cantidad de productores con números que asustan. De 8000 que supo haber, hoy estamos hablando de 800, por culpa de una sangría feroz cuando no hay rentabilidad”.
Indicó que, en el caso de los limones en Tucumán, no se puede ser competitivo “internacionalmente por el mismo efecto de la dualidad cambiaria lo cual es muy triste, porque se ganaron mercados importantes, pero si los números no dan es muy difícil sostener esos mercados”.
Dijo que “nadie quiere nuestra moneda, un peso que no existe y que nos terminamos de dar cuenta que es así cuando vamos a otros países y eso influye claramente en la producción. Todo ha perdido terreno. Ni hablar de los jubilados que, si uno compara los que se les paga, a valor dólar, quedan totalmente relegados en el plano internacional. Por otra parte, la capacidad de consumo interno también se resiente”.