Capuchinos no ganó en la cancha, el partido terminó empatado en un hecho de gravísimas consecuencias
Si le faltaba algo a la final del Asociativo de Básquet entre Capuchinos y Ferro era un flagrante “error” en la planilla del partido que le permitió al local quedarse con la victoria por 69 a 68, cuando en realidad en la cancha el partido terminó empatado en 68.
Claro que si ese punto que Capuchinos no hubiese sido sumado “a propósito” por el encargado de la planilla el resultado podría haber sido otro. Desde el vamos el juego habría cambiado y el resultado también.
Pero si vamos a lo que sucedió en realidad en la cancha el punto que le “regalaron” a Capuchinos fue el 40 que figura en la planilla. La situación había sido advertida por los hinchas de Ferro en la cancha quienes nos hicieron saber que en el tablero de Capuchinos tenía un punto de más.
Una vez terminado el partido varios hinchas hicieron notar este “detalle” a los encargados de la mesa de control, pero en la vorágine del final increíble y los festejos de Capuchinos todo paso inadvertido.
Y para verificar si hubo un punto regalado al local la única prueba que puede existir es un VIDEO. Y como LA SEMANA fue el único medio que llevó las imágenes de todo el partido en DIRECTO a través de su página digital lasemanaentredosrios.com y de la cuenta de Facebook, todo quedó perfectamente registrado.
Comparando la filmación con la planilla se puede advertir que Ferro ganaba 43 a 37 y Dacunda, después de dos tiros previos marrados, tomó un rebote y convirtió el doble para llegar a 39 (FOTO).
En la jugada siguiente Menescardi le comete falta a Ortiz que va a la línea y anota los dos lanzamientos libres (FOTO DE ABAJO) Por lo tanto en la planilla debería figurar como tantos los puntos 40 y 41. Pero, en realidad se los anotaron como 41 y 42.
Llamativamente el encargado del tablero electrónico si había registrado bien los puntos, pero más adelante, luego de un doble de Poqué, tal vez advertido por el planillero le sumó un punto a Capuchinos, como estaba en la planilla.
En las imágenes del VIDEO de LA SEMANA no quedan dudas de lo que aquí comentamos, por lo tanto, al final del partido Capuchinos en la cancha no sumo 69 sino 68 puntos, los mismos que Ferro.
En síntesis, se jugó gran parte del segundo cuarto y el último de manera anormal, con un “error” que fue determinante en la definición del campeonato. Lo que podemos catalogar como un hecho inédito en la historia del básquet, donde difícilmente exista otro antecedente de lo que, en caso de no atenderse una posible protesta del Deportivo Ferrocarril, estaríamos hablando, nada más y nada menos, de un ROBO en la definición de un título.
COMO SIGUE TODO
En la cancha empataron en 68, pero en la planilla figura 69 a 68, con la anormalidad que detallamos claramente. Se entregaron los premios y cada uno se llevó su trofeo y medallas y festejaron algo que en realidad no ganaron de manera legal.
Por estas horas, la gente de Ferro, que cuenta con todas las pruebas y el video correspondiente, estaría en condiciones de presentar formalmente una protesta, más allá de los supuestos plazos que podrían existir para una presentación de este tipo y de lo que determine el reglamento.
En caso de concretarse la protesta, el Tribunal de Disciplina deberá decidir qué pasa con esta final que tiene un campeón que en realidad no ganó en la cancha.
El sentido común y la lógica debería determinar que el partido se tenga que jugar nuevamente. Caso contrario, se estaría convalidando un hecho que quedará marcado en la historia del baloncesto de la región como una final que terminó empatada, pero le otorgaron el título al local.
Como dato curioso podemos agregar, que todos los integrantes de la mesa de control eran de Concordia y los árbitros también. Si se decide, finalmente volver a jugar el partido, lo que daría lugar al sentido común y al juego limpio que debe bregar en esta disciplina deportiva, porque no hacerlo en cancha de Ferro y con árbitros de otra ciudad, para despejar cualquier suspicacia.
En definitiva, las pruebas del despojo que sufrió Ferro están fundamentadas. Solo falta una protesta formal y que el Tribunal de Disciplina decida como corresponde ante una situación increíble.
Fernando Rodríguez / La Semana