China es por lejos el principal mercado de carne vacuna a nivel mundial. En los últimos años sus importaciones han llegado a representar más de un tercio del comercio mundial.

Este año, según estimaciones del USDA, con compras por 3,6 millones de toneladas anuales China alcanzaría cerca del 35% de las compras globales.

Tal nivel de importaciones refleja claramente su falta de capacidad de producir los alimentos que consume, en particular la carne vacuna. Sin embargo, lejos de significar esto una debilidad comercial, a través de una muy estricta política de seguridad alimentaria, Beijín ha sabido marcar el pulso de los mercados de los que se abastece.

Con momentos que revelan una gran voracidad en sus compras, interrumpidos temporalmente por desconcertantes períodos de calma, China logra fluctuar entre subas y bajas de precios sin soslayar su creciente necesidad de abastecimiento.

En lo que va de este año, según datos publicados por la misma Aduana china, las compras de carne vacuna en el exterior ascienden a 2,035 millones de toneladas, lo que marca un nuevo récord en compras, superando en un 5% el volumen importado en igual período de 2022. Sin embargo, en materia de precios, el dato de septiembre (USD 4.924 por tonelada) se ubica un 27,5% por debajo de los valores registrados un año atrás, solo superado por los pisos alcanzados a finales de 2020 en plena pandemia.